Romanillos de Medinaceli muestra su historia a golpe de clic

A.P.L.
-

La localidad estrena un proyecto intergeneracional de «turismo emocional, accesible e inclusivo» para dar a conocer los principales atractivos de la localidad. Se puede acceder a los vídeos a través de códigos QR y en la app 'Mi Romanillos'

Romanillos de Medinaceli muestra su historia a golpe de clic - Foto: VALENTIN GUISANDE

El proyecto intergeneracional 'Romanillos de Medinaceli. Siempre abierto para ti' demuestra que en los pueblos pequeños surgen iniciativas de gran interés y con gran implicación de los vecinos. Recién estrenado, se centra en el turismo «emocional, accesible e inclusivo».  Es único porque fusiona las nuevas tecnologías con el patrimonio, la historia y la cultura.

En la presentación a El Día de Soria esta misma semana, el alcalde de Baraona (municipio al que pertenece Romanillos), Raúl Garrido, explicó que todo surgió en 2018, cuando se reunieron para darle una vuelta a la idea de «qué se podía hacer para estar más a gusto y durante más tiempo en el pueblo». Hubo varias propuestas y se escogieron las más viables para poder ponerlas en marcha poco a poco: recuperar el Camino de la Fuente con la ayuda del grupo de acción local Adema; el teleclub Siglo XXI (en la antigua escuela de chicas) para facilitar la accesibilidad a redes y el teletrabajo; y mejorar el transporte de los vecinos mayores a otros núcleos de población (para ir al médico, a la farmacia...) con vehículo eléctrico, ahora que van a retirar el autobús a Baraona. Otra idea que tienen es 'Apadrina un huerto' o ponerlos en alquiler, «porque la gente vendría más y más tiempo» y se crearía empleo fijo durante «seis meses por lo menos».

Volviendo al turismo, el proyecto se ha pensado para que cuando lleguen visitantes al pueblo y no se les pueda atender, accedan a través de paneles a una información presentada de una forma distinta. Son ocho los puntos del pueblo escogidos para mostrarlo a través de vídeos que recogen las vivencias que los propios mayores cuentan a sus nietos, sus emociones, sus sentimientos, sus recuerdos de infancia y juventud. Se accede a ellos en los panales instalados, con la aplicación 'Mi Romanillos' y con códigos QR. Además, se ha cuidado especialmente la accesibilidad para personas con movilidad reducida y la inclusión (mensajes en Braille y lenguaje de signos). Pensando en los visitantes de extranjeros, los textos y vídeos se traducen también al inglés. Los audiovisuales los ha realizado la productora DeReojo.

implicación. En la presentación oficial pudimos comprobar la implicación de los vecinos en un proyecto impulsado por el ayuntamiento en colaboración con la Asociación Peña Cultural Recreativa Romanillos de Medinaceli y que cuenta con el apoyo de Adema. El propio alcalde insiste en que «la participación es el ADNde este pueblo. Si se decide hacer algo siempre preguntan qué hay que hacer y no qué vais a hacer.Y es precisamente eso lo que queremos transmitir a generaciones venideras».  «De las 19 personas propuestas para el proyecto todas dijeron que sí sin dudarlo -incluso había lista de suplentes- y vinieron en Semana Santa, en vacaciones o solo el día de la grabación», agradece el alcalde de este pueblo que se considera «acogedor», subrayan los vecinos.

El presupuesto es de 26.000 euros y Adema aporta 14.700, una ayuda que el alcalde agradece porque «los ayuntamientos pequeños no tenemos el capital suficiente para embarcarnos en estos proyectos». Por su parte, el presidente del grupo de acción local, Matías Ágreda, habló del «orgullo» por los pueblos que «con poco dinero hacen cosas maravillosas» y elogió esta iniciativa intergeneracional que refleja, además, cómo ha cambiado la vida.

 Emiliano centra la historia en el Museo Etnográfico, Pili en la iglesia de San Miguel, Seve en la Tumba del Gigante, Gregorio en la Fuente Vieja, Angelines en el Monumento al Pastor, Avelina en el lavadero, Bienve en el Vía Crucis y Josefina en la ermita de la Soledad. Lo cuentan a sus nietos con cariño y emoción, peto también a todo el que acceda a 'Mi Romanillos' o se acerque a los lugares escogidos. El proyecto se dirige a dos tipos de público: la gente mayor interesada en conocer cómo ha sido la vida en un pueblo (antes en las ciudades todo el mundo tenía conexión con uno) y los jóvenes con curiosidades sobre sus antepasados y el entorno rural. «Los que lo vean podrán llegar a la conclusión válida de lo que es un pueblo y lo que la gente siente en él», una iniciativa «totalmente disponible» en la APP, el blog, YouTube y la cuenta de Twitter. El principal problema es la cobertura móvil, porque tan solo tienen de una operadora telefónica. 

las anécdotas. Javier Tamarit, uno de los impulsores del proyecto, destacó en el punto principal del recorrido -un lugar emblemático que recuerda la visita que hizo Ortega y Gasset al pueblo en 1911- que «el código QR es la «llave» de entrada a contenidos de internet y que «la aplicación está hecha para ampliarse», ya que también podrá accederse desde la misma al servicio de transporte que se proyecta. Además, destaca como curiosidad que «al principio en las entrevistas los nietos estaban algo tímidos, pero después los temas les enganchaban y se olvidaban de las cámaras».

 Nos acercamos con ellos a la Fuente Vieja, donde en el vídeo Gregorio explica a sus nietos Nerea y Álex cómo antes iban a coger con cántaros el agua que no había en las casas para beber, cocinar o asearse. «Estaba muy fresca en verano, más que en invierno», cuenta. Avelina, en el lavadero, explica a Jorge y Rubén cómo se limpiaba la ropa con el «jabón de tajo» casero hecho con manteca. Después, se tendía en las paredes y en la hierba. Los vecinos recuerdan cuando pasaban por el medio de la zona de lavar y aclarar y que en invierno se helaba y patinaban encima. 

Seve y su nieta Nora recuerdan la grabación sobre la Tumba del Gigante. «Le pregunté a qué jugaban allí y me dijo que a meterse dentro y hacerse los muertos. Aunque ahora no podemos ir porque es peligroso», apunta la niña. El abuelo recuerda la niñez en libertad, pero dice que ahora los niños del pueblo también pueden disfrutar de la libertad en el pueblo, aunque no pueden vivir allí de continuo... 

Nos muestran esos momentos entrañables y llenos de recuerdos y vivencias que ahora el pueblo comparte con todos los interesados en conocer su historia, su cultura, sus propias gentes... De la iglesia Pili cuenta a su nieta que acudía cada día al rosario y el templo «se llenaba». A misa iban con velo los domingos, «siempre de manga larga»; y en mayo se le hacía un altar a la Virgen y las niñas le recitaban poesías, por lo que las madres les hacían después un huevo para cenar como premio. Emiliano se adentra en el museo para contar que antes era el horno donde se cocía el pan para todo el pueblo. «Eran hogazas de cuatro kilos y cabían 60», comenta mientras repasan los utensilios más curiosos. Angelines, en el monumento al pastor, recuerda que ella también cuidó de las ovejas antes de irse a estudiar a Madrid; Bienve recuerda que se rezaba en las cruces y se iba en procesión en Semana Santa; y Josefina habla de uno de los dos Cristos articulados que hay en Soria, el de Romanillos. Un sinfín de curiosidades por descubrir.