No hace falta tener una bola mágica para adivinar cómo será el futuro del tráfico en la capital soriana dentro de diez años. La ciudad tiene un nuevo Plan de Movilidad, continuación del anterior que guio la peatonalización de la plaza de Mariano Granados y el paseo del Espolón, entre otras actuaciones, y que servirá a partir de ahora como «herramienta» para abordar los próximos proyectos con un nuevo objetivo: convertir el centro del Casco Histórico en una zona de bajas emisiones contaminantes y reducirlas un 5% en el resto de la ciudad.
Para ello, a través de este documento aprobado a finales del pasado mes de septiembre, se proponen 15 grandes actuaciones que se irán abordando, apunta la concejala de Obras, Servicios y Medio Ambiente en el Consistorio soriano, Ana Alegre, en función de la disponibilidad presupuestaria y siempre con el objetivo de construir una ciudad «más moderna», más «humanizada», en la que el peatón y la bicicleta tengan preferencia en el entorno del casco histórico. El Plan incluye una propuesta de cronograma de actuación que fija en una primera fase aquellas actuaciones más sencillas (reordenación de sentidos, creación de caminos escolares seguros, remodelación de cruces o nueva señalización), pero el Ayuntamiento se ha marcado ya las primeras prioridades (la 'pacificación' del entorno de las calles Alfonso VIII, Los Linajes y avenida de Navarra, la segunda fase del aparcamiento subterráneo de la calle Doctrina y la ampliación y conexión del carril bici a todos los barrios de la ciudad hasta sumar los 18 kilómetros de longitud) con cargo a nuevos fondos de la Unión Europea.
Todas las intervenciones contempladas, en este sentido, tienen el objetivo de descargar el tráfico del anillo central urbano, así como conectar mejor los barrios siguiendo la senda iniciada en la pasada década que han llevado a Soria a obtener esta misma semana el Premio Ciudades que Caminan 2021 por «el alcance integral» de sus propuestas de mejora de los entornos peatonales.
Continuando la línea iniciada en el anterior plan, este nuevo documento base busca reducir al mínimo el tránsito de vehículos a motor en torno a la 'almendra' del casco histórico dando un paso más y redefiniendo vías, actualmente, con mucha carga de tráfico. Es el caso de la avenida Eduardo Saavedra, la avenida Gaya Nuño o la N-234 que discurre desde el puente de piedra hasta su enlace con la calle Obispo San Agustín. El objetivo es reducir su flujo viario hasta niveles secundarios y casi de vía interna en coordinación, recalca Alegre, con el proyecto de remodelación de las travesías de la ciudad.
En este sentido, la futura Ronda del Duero, ya proyectada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006, se convertirá en el gran eje de canalización de vehículos de la ciudad. Con un coste estimado en este plan de 12,5 millones de euros, la actuación permitirá estructurar el tráfico rodante desde el Sur (el barrio de Los Pajaritos y la conexión con la autovía A-15 a Madrid) hacia una de las zonas que, urbanísticamente, más está creciendo, la Oeste (Los Royales) y, a la vez, con el que seguirá siendo otro de los ejes fundamentales del ordenamiento viario de la ciudad: la avenida de Valladolid.
avenida de valladolid BULEVAR SIN PELIGROSIDAD
Su conversión en un bulevar dividido en tres tramos (potenciando el tráfico fluido en su último segmento de conexión a carreteras como la SO-20 o la localidad de Golmayo y disminuyendo la intensidad del tránsito de vehículos frente al peatón y el desplazamiento en bicicleta en las proximidades del paseo del Espolón) es una de las apuestas principales de este plan que, asegura la concejala de Obras, Servicios y Medio Ambiente, también servirá para pacificar otros entornos como la cercana avenida de Eduardo Saavedra.
No hace falta ser vecino de La Barriada para comprender la peligrosidad que encierra, especialmente de cara a los peatones, la actual avenida de Valladolid. El presidente de la Asociación de Vecinos de La Barriada, Ignacio Gutiérrez, lleva reclamando muchos años esta actuación. Para el presidente de la Asociación de Vecinos de Los Pajaritos, Fernando Arévalo, también «urge hacer algo allí».
Precisamente en Los Pajaritos se plantea otra de las actuaciones principales del Plan de Movilidad: una glorieta que dé solución al acceso a la carretera de Madrid desde la calle Almazán y la avenida Eduardo Saavedra. Intervenir en este punto viario, insiste la concejala de Obras, Servicios y Medio Ambiente, se hace también necesario de cara a la futura Ronda del Duero que vertebrará el flujo del tráfico desde el centro, el Calaverón y Los Pajaritos hacia la vertiente Oeste de la ciudad. La Asociación de Vecinos de Los Pajaritos ve «bien», con buenos ojos, la idea de resolver este nudo de conexiones y cruces en diferentes direcciones que «en hora punta de salida de los niños del colegio genera esperas», insiste su presidente Fernando Arévalo. «Hay muchas calles ahí, la curva, el desnivel del terreno... Una rotonda podría ser una mejora que vendría bien», añade.
En Los Pajaritos también se dará solución a algunos problemas puntuales que han surgido en cuanto a zonas de aparcamiento (se resolverán con una reordenación de las bandas laterales de estacionamiento y cambiando el sentido del algunas calles), aunque, destaca la responsable municipal de Obras, Servicios y Medio Ambiente otro de los objetivos es tratar de resolver los sempiternos problemas que arrastra el vecino barrio del Calaverón.
escaleras mecánicas UN CALAVERÓN «HUMANO»
Además de una nueva reordenación de los sentidos de circulación de sus calles que ya fija el nuevo Plan de Movilidad, se trabaja de forma paralela en un plan de mejora de todo su entorno. Desde potenciar la accesibilidad en esta zona de escarpada orografía con la introducción de escaleras mecánicas que faciliten el acceso desde Mariano Vicén, a crear un espacios más amable, con mayor presencia de arbolado, 'pacificados' y, estéticamente, más bonitos. En definitiva, insiste Ana Alegre, se persigue «humanizar todo el Calaverón». Algo que, añade la presidenta de la Asociación de Vecinos, Teresa Gonzalo, además de necesario, puede quedar «divinamente». La agrupación vecinal, pero también los bares de la zona y otros colectivos participan en esta fase inicial de propuesta de ideas. «Lo de las escaleras mecánicas nos parece estupendo porque hay mucha gente que baja a comprar a Mariano Vicén», apunta Gonzalo, al margen de que también beneficiaría a la población mayor y con movilidad reducida. Otra de las ideas que más les han entusiasmado es la 'pacificación' del tramo que discurre entre el inicio de la calle Morales Contreras «desde el antiguo bar Frankurt» hasta la esquina con Jorge Manrique. «Con sus árboles y sus aceras más anchas...», explica la presidenta de la Asociación de Vecinos. Aunque desde la agrupación se conmina a dar una solución también al tema de los aparcamientos de vehículos.
anillo norte DEL HOSPITAL A SAN PEDRO
La redefinición de la comunicación Norte de la ciudad es otro de los objetivos de este Plan de Movilidad y, en este sentido, se prevé crear un nuevo anillo perimetral detrás del hospital Santa Bárbara sobre el trazado de los caminos rurales ya existentes y conectado, a su vez, con la carretera de Logroño, que también se convertirá en un bulevar reordenando mejor el espacio viario existente e incorporando carril bici, zonas verdes y más áreas de tránsito peatonal. La mejora de la carretera de Logroño se completará, además, con el barrio de San Pedro estructurando una conexión directa desde el puente de piedra a través de un nuevo vial sobre el trazado de las calles Santa Apolonia y Santa Cruz.