"Ha habido avances en fármacos para la insuficiencia cardíaca"

A.P.L.
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En el Día Mundial del Corazón, el cardiólogo responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca de Soria recuerda que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo y en España y que se previenen con hábitos de vida saludabl

"Ha habido avances en fármacos para la insuficiencia cardíaca"

Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, cuyas enfermedades son la primera causa de muerte en el mundo y en España. Una de las dolencias más comunes es la insuficiencia cardíaca y el Hospital Universitario de Santa Bárbara de Soria puede presumir de tener una unidad especializada con un equipo multidisciplinar, dirigido por el cardiólogo Eduardo Enríquez, que en estas líneas ofrece las claves de la misma y de la propia enfermedad.

Como pregunta inicial para introducir el funcionamiento de la unidad, ¿qué es la insuficiencia cardíaca? 

Es una enfermedad que afecta al corazón y cuyo problema principal es que este órgano no tiene fuerza suficiente para bombear la sangre al resto del cuerpo. Como consecuencia, hay varios síntomas. El primero es el cansancio, porque si no te llega la sangre a los músculos estás más agotado y fatigado. Otro problema que se ve muy frecuentemente es la retención de líquidos, que se manifiesta con hinchazón en las piernas, falta de aire o ahogo al hacer esfuerzos o, en casos muy graves, dificultades para dormir tumbado debido a la sensación de falta de aire. Es una enfermedad que tiene muchas causas, no hay una sola. Lo más frecuente es por problemas en el riego sanguíneo del corazón, como por ejemplo alguien que ha tenido un infarto grave y le ha quedado una cicatriz, por lo que hay una parte grande del corazón que no bombea sangre, ocasionando insuficiencia cardíaca. El resto son debido a problemas en el músculo cardíaco que está debilitado, ya sea por mutaciones genéticas o exposición a tóxicos, como en el caso del consumo excesivo de alcohol. Por eso hay también un problema de bombeo. No todos los pacientes con insuficiencia cardíaca son iguales,  algunos tienen problemas leves de  y otros más graves. Lógicamente, aquellos pacientes graves son más propensos a tener descompensaciones de su enfermedad y precisan tratamientos más intensivos como desfibriladores automáticos implantables y trasplante cardíaco.

¿Cuál es el nivel de hospitalización y a qué porcentaje corresponde del total de ingresos? 

Constituye la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años y supone aproximadamente el 5% de todas las hospitalizaciones, por lo que todos los días ingresa al menos una persona con esta enfermedad. Al ser una patología crónica, con muchas descompensaciones, los pacientes deben realizar cambios en su estilo de vida porque si no están condenados a reingresar una y otra vez. Con cada ingreso, la calidad de vida empeora. Desde la puesta en marcha de la unidad, hemos observado una disminución en los reingresos y en las visitas a urgencias. 

¿Cómo se aborda teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica?

Las unidades de Insuficiencia Cardíaca se han creado precisamente porque es una enfermedad crónica, una persona que tiene insuficiencia cardíaca va a vivir con ello toda su vida y eso le va a condicionar. El vivir con insuficiencia cardíaca requiere hacer ajustes tanto a nivel del paciente como a nivel del entorno porque es una enfermedad que muchas veces cursa con descompensaciones, que se manifiestan como  empeoramiento de los síntomas y retención de líquidos. Sabemos que muchas de las descompensaciones son prevenibles, de ahí la importancia de estas unidades. Hay descompensaciones que ocurren por un consumo excesivo de sal, por consumo de antiinflamatorios... Aunque a veces hay otros factores que no dependen tanto del paciente, como que surja una arritmia nueva o una infección en estas épocas de gripe y covid, por lo que nosotros insistimos mucho en el tema de la vacunación. 

¿Cómo surgió la idea de poner en marcha la Unidad de Insuficiencia Cardiaca en el Hospital de Santa Bárbara de Soria y cómo se conforma?

La idea de la unidad surge en 2020 y en los hospitales grandes de Castilla y León ya se contaba con este tipo de atención. Con la pandemia, se retrasó su puesta en marcha pero se retomó en 2021 y comenzó a funcionar en febrero de 2022. Son unidades mutidisciplinares, con un núcleo constituido por médicos cardiólogos especialistas en insuficiencia cardíaca y enfermería especializada, con máster y cursos de prestigio en hospitales como el 12 de Octubre de Madrid. En un primer momento se tuvo que capacitar al personal, yo mismo me tuve que formar en la enfermedad y, una vez que constituimos el grupo, se tuvo que elaborar  el programa de seguimiento de la unidad, así como diseñar material educativo, porque ya he explicado que muchas de las descompensaciones son prevenibles. Este material educativo es propio de la unidad y lo diseñó el equipo. 

La Sociedad Europea de Cardiología recomienda la puesta en marcha de estas unidades. 

Sí, por supuesto, porque mejoran la calidad de vida de los pacientes, ofrecen una mayor accesibilidad a un diagnóstico precoz y a un tratamiento de descompensación, facilitan la continuidad asistencial, ofrecen un mejor conocimiento de la enfermedad con educación de pacientes y cuidadores, y disminuyen los ingresos hospitalarios. La Sociedad Europea de Cardiología recomienda que los pacientes con insuficiencia cardíaca sean tratados en estas unidades. 

¿Qué áreas están implicadas y cómo es la coordinación?

Este programa de insuficiencia cardíaca está coordinado con la unidad de rehabilitación cardíaca y se prevee que algunos de los pacientes que tenemos aquí también estén incluidos en el programa de ejercicio físico de dicha unidad. El núcleo somos los médicos y las enfermeras, pero nosotros trabajamos con psicólogos, porque se necesita apoyo psicológico cuando a un paciente se le dice que el corazón no va bien y que está fallando, porque tiene una implicación emocional bastante significativa. También colaboramos con trabajadoras sociales, porque son pacientes polimedicados y algunos fármacos son caros y tienen pocos recursos. Lo que es el tema de gestión, en cuanto a conseguir recursos para que los pacientes puedan costearse una medicación, también lo hacemos. Hay mucha coordinación también con Atención Primaria, ya que tenemos un manejo conjunto de los problemas de los pacientes.En la unidad disponemos de un teléfono de contacto está disponible de lunes a viernes de 8 a 15 horas no solo para los pacientes, sino también para los médicos y enfermeros de Primaria; y tenemos también una teleconsulta por ordenador donde nos pueden contactar. Siempre que hay un ingreso de algún paciente de la unidad se les informa. Cuando los pacientes se van del hospital a su domicilio es un periodo muy delicado porque es cuando más probabilidad hay de una nueva descompensación y de un nuevo ingreso.

Insisto en que al ser una unidad multidisciplinar, también nos coordinamos con Burgos, porque hay algunos pacientes están en riesgo de tener arritmias muy complicadas, que requieren el implante de un dispositivo llamado desfibrilador automático implantable. Esos dispositivos, al detectar las arritmias complicadas aplican un tratamiento que puede salvar la vida de la persona.

¿Hay también coordinación con las unidades de trasplantes?

Algunos pacientes, afortunadamente pocos, muchas veces tienen problemas de bombeo que avanzan en el tiempo y requieren trasplante cardíaco, por lo que estamos coordinados con la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Tenemos una relación fluida y se hacen sesiones conjuntas de forma continua para presentar a pacientes que puedan ser candidatos a trasplante. En estos momentos, hay dos trasplantados en la unidad y ninguno en espera. En esa unidad también manejan las asistencias ventriculares, lo que para que la gente lo entienda es un corazón mecánico o robótico. Aquí de momento en Soria no tenemos ningún paciente con asistencia ventricular. 

La unidad, además de asistencial, tiene funciones docentes y de formación de nuevos médicos y enfermeros, además de una importante labor investigadora.

Sí, así es. Los MIR de distintas especialidades (Familia, Intensivos, Medicina Interna...) rotan por la unidad, y también los EIR de enfermería. En cuanto a investigación, nosotros participamos en un registro de Castilla y León denominado RECYLICA, un registro de estas unidades a nivel autonómico que ha presentado trabajos en congresos de la especialidad. No solo es asistencia, que es lo fundamental, sino que también hay una función docente e investigadora. 

¿Cuál es el perfil de los pacientes que atiende la unidad de insuficiencia cardíaca en Soria? 

Son cerca de un centenar . El más joven tiene 40 años y el más mayor en torno a 86 años. No hay ninguna restricción de edad en la unidad, el requisito es que tengan insuficiencia cardíaca. En cuanto a la proporción, hay un 70% de hombres y un 30% de mujeres. Tiene que ver con que la prevalencia de la cardiopatía isquémica, de los infartos, QUE es más elevada en varones. En mujeres, sabemos que con la menopausia hay un empeoramiento relativo del perfil lipídico y el colesterol malo aumenta, y el beneficio cardioprotector de los estrógenos también se pierde, lo que hace que TRAS un periodo de tiempo el riesgo de tener un infarto o un evento agudo que termine en insuficiencia cardíaca vaya a ser similar el de los hombres. Sí es verdad que con el tiempo equilibra un poco más el riesgo. 

Dice que hay pacientes de 40 años, ¿cuáles son las causas de la insuficiencia cardíaca en estos casos?

En los pacientes jóvenes que tienen problemas de bombeo, el trasfondo muchas veces es genético, de mutaciones en ciertos genes que predisponen a que haya problemas en el músculo cardíaco. También en la gente joven se presenta el consumo de alcohol y de drogas, sobre todo lo que son anfetaminas, que causan daño en el músculo cardíaco y pueden provocar insuficiencia cardíaca. Y se da, igualmente, en gente que tiene muchos factores de riesgo cardiovascular descontrolados, que son diabéticos, obesos, hipertensos, fuman, son sedentarios... Tienen un infarto muy grande y después quedan con secuelas, con el corazón muy lastimado, y desarrollan esta enfermedad. Hay un porcentaje de gente joven que si cambia esos hábitos de vida y controla bien los factores de riesgo, probablemente no desarrollará la insuficiencia cardíaca. Con la genética no se puede hacer nada, porque es lo que nos ha tocado, pero con los hábitos sí. 

¿Ha habido novedades importantes en este campo, en tratamiento y en dispositivos?

La verdad que en estos años ha habido avances el tratamientos farmacológicos muy importantes y han surgido fármacos nuevos. También se ha avanzado mucho en cuanto al uso de dispositivos y contamos con aparatos más modernos, como los marcapasos con estimulación fisiológica. Y a nivel de asistencia ventricular nosotros no tenemos pacientes ahora pero es un campo en el que los dispositivos de corazón mecánicos cada vez tienen menos complicaciones y funcionan muy bien. El tener esta unidad en Soria facilita poder disponer de este tratamiento aquí, porque al final hay que solucionar los problemas de estos dispositivos. El equipo se va adaptando a las novedades que puedan surgir.

¿Cómo influyen infecciones como el covid y la gripe?

Aunque tenemos ya vacunas que ofrecen ya un elevado grado de protección, son más infrecuentes los casos de neumonía grave. Estos enfermos son una población especialmente vulnerable y de la gente que hemos visto en consulta, varios con covid últimamente, afortunadamente la mayoría no han requerido hospitalizaciones. Lógicamente, hay un porcentaje pequeño de pacientes, sobre todo los que son más frágiles, más mayores, o con peor funcionamiento de corazón en la que la infección de covid produce descompensación cardíaca y terminan ingresando. A veces esta descompensación se puede atajar con tratamiento con pastillas o medicación diurética endovenosa; pero si no van bien son hospitalizaciones. Nosotros siempre que ingresan estamos pendientes de su evolución. Como son pacientes vulnerables, a todos les insistimos en que se vacunen de covid y gripe para mejorar su calidad de vida. 

¿Por qué le atrajo trabajar en cardiología y en esta unidad?

En lo personal, es un tema que ya me gustaba cuando estaba estudiando Medicina. Cuando llegué a Soria en 2018 vi que había la necesidad de montar una unidad de este perfil, por lo que empezamos a investigar y encontré en Abilia Pérez Recio ese entusiasmo y Patricio Arribas, como jefe de Cardiología, nos lo facilitó mucho. Cuando vimos que podíamos hacerlo y que era un proyecto no muy costoso empezamos a formarnos y a preparar material. Tenemos a dos enfermeras especializadas en rehabilitación e insuficiencia cardíaca, un plus. 

Como cardiólogo, ¿qué consejos ofrece para evitar las enfermedades del corazón?

La dieta mediterránea y el bajo consumo de grasas animales, el ejercicio de 30 minutos de actividad física moderada cinco días a la semana, y no fumar, son los pilares fundamentales.