Gigantes y cabezudos 'influencers'

S.Almoguera
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La asociación que se encarga de ella ha dado un nuevo aire a la comparsa municipal con desfiles más sosegados, entre los que estas fiestas habrá una nueva incorporación sorpresa

Gigantes y cabezudos 'influencers' - Foto: E.G.M

Desde su puesta en marcha en el año 2019, la asociación que se encarga de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de la ciudad de Soria, ha ido recuperando bailes y coreografías y enriqueciendo su participación en eventos. Este año no será menos. Un nuevo miembro se unirá a la familia festiva en los desfiles que tendrán lugar por las calles de la capital soriana durante las fiestas de San Saturio, que comienzan este viernes con las primeras actividades. Será, adelanta Roberto Andrés, un cabezudo «sorpresa», una copia de uno de los  más queridos por las últimas generaciones de sorianos. «En cuanto lo vean, lo reconocerán», adelanta Andrés. Es, además, un nuevo integrante de la comparsa muy especial. Primero, porque ha sido realizado de forma totalmente artesanal por parte de uno de los miembros de la asociación y también porque ha sido elaborado «a escala».

El próximo 1 de octubre será su puesta de largo acompañando a las figuras de la comparsa nueva: los gigantes Retógenes, Nuane, Alfonso VIII, Leonor de Plantagenet, don Saturio y doña Blanca y los cabezudos Napoleón, general Durán, Cayo Mario, Escipión, Miramamolín, Almazor, Templario, Templario a caballo y Beatriz. Todos ellos se han ganado en poco tiempo, asegura Andrés, el afecto de pequeños y mayores quizá porque han logrado infundir en la comparsa un aire nuevo, lleno de ilusión por seguir creciendo y hacer cosas nuevas. Casi los primeros sorprendidos por «ese cariño que estaba oculto» hacia estos personajes fueron los propios integrantes de la agrupación  de gigantes y cabezudos. Esa fascinación también la sienten cuando participan en exhibiciones en otras localidades. En los últimos encuentros en los que han tomado parte en Burgos y en Pamplona la comparsa soriana ha llamado la atención, tanto que hasta recibieron una invitación del Ayuntamiento de Tarifa. «No bajaremos porque está lejos», añade el responsable de la agrupación, y porque coincide con los festejos patronales de San Saturio. 

En Madrid, con ocasión de un desfile en el céntrico paseo del Prado, la gente se quedó maravillada con la originalidad de la comparsa soriana. «No sabéis lo que tenéis, nos decían entusiasmados», indica Andrés. Muchos sorianos o descendientes de sorianos se acercaban a saludar. «El reconocimiento de la gente es total», apunta. Precisamente de esa estimación de la ciudad hacia sus gigantes y cabezudos, una tradición que en la capital soriana se remonta a la Edad Media, habla el gran incremento de miembros que en poco tiempo ha experimentado la asociación. Comenzaron con 30 personas y ahora cuentan ya casi con 80 socios adultos, una cifra que aumenta sustancialmente con los numerosos niños que forman también parte de las entidad en calidad de colaboradores. 

fotos. En muchos sentidos la asociación que se hace cargo de la comparsa de Gigantes y Cabezudos ha introducido una nueva dinámica a los desfiles, especialmente en estos últimos. Los cabezudos ya no son aquellas figuras festivas que asustaban a los más pequeños y «que repartían leña», comenta con sentido del humor el presidente de la agrupación. Ahora, sólo hay «tres o cuatro» que siguen haciéndolo, pero con mucho más tacto. Para el resto, chocar la mano con los niños o incluso sus padres y, sobre todo, corresponder en modo 'celebrity' con quienes desean hacerse fotos con ellos se han convertido en parte indispensable de su recorrido por las calles de la ciudad. ¿Los cabezudos son ahora más 'influencer'? «Pues sí, podría decirse así», contesta entre risas, divertido, Andrés. Y entre todos ellos el más fotografiado es, con mucha diferencia, Beatriz, el personaje inspirado en la protagonista de la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer El monte de las Ánimas. «Lo suelen llevar chicas y siempre acaban diciendo que no les han hecho más fotos en su vida», añade con sentido del humor el responsable de la asociación. En esto, insiste, nada tiene que ver la belleza, puesto que, con cariño, añade, es posiblemente el cabezudo menos agraciado de toda la comparsa.

Estos desfiles de las figuras festivas más tranquilos obedecen, asimismo, a un aspecto importante: la conservación de las propias estructuras festivas. No hay que olvidar, insiste Andrés, que se trata también del patrimonio histórico de la ciudad. «Nos ha costado desde que empezamos», apunta, cambiar la actitud de una parte del público. «Había gente que iba pegar al cabezudo», argumenta, y hay figuras, como el rey de la baraja, que están próximos a cumplir medio siglo. Es preciso cuidarlas bien. Así que en estos casi cuatro años de andadura han hecho una labor de sensibilización y el resultado, indica el responsable de la comparsa, es positivo. Los gigantes y cabezudos tienen suscritos un seguro de responsabilidad, de ahí que ya no puedan vestirlos, como antaño, personas ajenas a la asociación. Son los niños que forman parte de la entidad en la modalidad de colaboradores los que se encargan de ello. Entre niños y mayores (las edades de los colaboradores oscilan entre los cinco años del más pequeño y los 60 del más veterano) suman alrededor de 60 personas. En este sentido, subraya el responsable de la comparsa, que dejará su cargo en la próxima asamblea general que tendrá lugar el próximo 2 de octubre, hay relevo: los gigantes y cabezudos tienen un futuro en el entusiasta grupo de niños y jóvenes que forma parte de la entidad. Sólo para participar en los desfiles de San Saturio tienen apuntados 57 niños. No todos podrán vestir un cabezudo pero, «siempre hay cosas que hacer, como tirar los caramelos», comenta.

raíces. Una de las principales labores que se han marcado desde la comparsa es recuperar danzas y bailes para estas figuras festivas siempre con el objetivo de ahondar en las raíces más sorianas de esta tradición cuya primera referencia escrita data del siglo XVII, aunque su origen es mucho más temprano.

Ya han recuperado tres danzas, entre ellas la Jotilla de Valonsadero y  Domingo de Calderas. Ya trabajan en la recuperación de otra nueva danza basada en la canción de los Amores sanjuaneros. «En nuestra primera asamblea dijimos que era una comparsa de Soria» y que se trabajaría por aflorar las tradiciones de la ciudad, «no queríamos hacer bailes navarros».

Los voluntarios que se encargan de manejar a los gigantes, de hecho, ensayan varios días a la semana. La tarea no es tan sencilla como podría parecer 'a priori'. Son figuras que pueden llegar a pesar más de 40 kilos y que, al margen de aprender a repartir el peso, es importante conocer también los pasos de las diferentes coreografías.

recuperación. En esta tendencia a recuperar la tradición se inscribe también la restauración de la antigua comparsa municipal. El primer paso ha sido la confección de nuevos trajes para los seis gigantes y los cabezudos que se han llevado a cabo este verano dentro de un taller de empleo financiado por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de la capital. 

Para su coordinador, Eduardo Rodrigo, ha sido un trabajo muy bonito que ha requerido mucha dedicación. «En tres meses hicimos un trabajo que debería haberse hecho en ocho», señala satisfecho. «Hicimos un gran equipo», concluye. El almacén municipal fabricó exclusivamente para este taller un andamio en forma de 'u' para facilitar la toma de medidas y la costura de algunas piezas que, en el caso de los gigantes que representan a los Reyes Católicos, fueron diseñadas por Eduardo Rodrigo investigando en la indumentaria medieval. Las telas de estas dos figuras fueron especialmente concebidas por Rodrigo y fabricadas ex profeso en un taller de Alicante con los colores más comunes entre la realeza de la época: el verde, el morado, el rojo y el dorado.