Malestar en Langa por los retrasos de la A-11

A.P.L.
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El tramo entre Langa y Aranda no se ha licitado este verano

Malestar en Langa por los retrasos de la A-11 - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

El alcalde de Langa de Duero, Iván Andrés, como el resto de regidores de localidades por las que pasa el tramo de la A-11 Langa-Aranda, ha expresado su malestar por el retraso de las obras, cuya licitación anunció la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, para este mismo verano. «Ya lo hemos olvidado, es triste pero cierto. Es algo que estamos esperando como agua de mayo desde hace tiempo y lo olvidamos porque no tenemos noticias de los avances», lamenta Iván Andrés.

El alcalde de Langa recuerda que se presentó el proyecto y se hicieron las alegaciones, «pero es lo último que escuchamos porque todavía no se sabe nada de la licitación y no hemos recibido ningún comunicado oficial que nos oriente sobre el inicio de las obras». El edil está en contacto con otros alcaldes de la zona, «aunque ahora hablamos menos del tema, porque tenemos otros asuntos». Y, sobre si todos ellos solicitarán un encuentro con la delegada del Gobierno en Castilla yLeón, Virginia Barcones, opina desanimado que «las reuniones cuando no sirven para nada no son necesarias». Para este alcalde, lo peor es que la falta de esta infraestructura «afecta muy negativamente al pueblo, porque hay gente que bajaba a trabajar de Langa a Aranda y que, al ser una carretera poco segura y con mucho tráfico sin que se haya desdoblado aún, ha decidido trasladarse a vivir allí». Además, el alcalde pone de relieve la repercusión económica que tendría en inicio de esta obra, con la creación de puestos de trabajo y los beneficios económicos en pensiones y restaurantes.

¿Licitación en 2023? Las últimas declaraciones al respecto de la delegada del Gobierno en Castilla y León no descartan este avance en octubre, noviembre y diciembre, aunque lo cierto es que las obras llevan esperando desde 2008 y no se ven avances al respecto. En ese año el Estado adjudicó a la UTE Isolux Corsán Corvian-Zarzuela la ejecución de este tramo, pero la crisis económica lo frenó porque a las reprogramaciones de obras aprobadas por el Gobierno del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero se sumaron las dificultades económicas de la adjudicaria. 

En 2015 el Gobierno de Mariano Rajoy impulsó las obras en otros tramos y en 2016 se rescindió el contrato con un 4,5% de ejecución y re volvió a iniciar la tramitación para su licitación.