José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Pues mira por dónde...

11/08/2023

Han corrido ríos de tinta sobre la trayectoria de Soria ¡Ya! Tras la decisión controvertida de presentarse primero a las elecciones regionales y hace poco a las generales. Muchos esperaron los resultados como quien atiende el 22 de diciembre al soniquete de los niños de San Ildefonso pendiente de que salga su número. En las elecciones autonómicas la plataforma ciudadana, convertida en partido político obtuvo tres premios, tres procuradores sobre cinco posibles y aun así obtuvo escaso rédito. Resultaron 'prescindibles' para la formación de gobierno. Quizá por eso Soria ¡Ya! perdió parte de la inercia y el pasado 23 de Julio pasó a la 'reserva', pero mira por dónde, en esta ocasión, con un escaño que hubiera logrado, su protagonismo sería indudable. Los bloques están tan apretados que cualquier voto para una investidura puede ser decisivo.
No paro de darle vueltas a esa posible situación, más que nada por entretenerme, pues no conduce a nada especular con lo que pudo haber sido y no fue. No obstante, por si se da el caso, improbable pero no imposible de una repetición electoral, me tiraré a la piscina. Eso sí, con más preguntas que respuestas.
Imaginemos que un solo voto puede investir a uno de los dos candidatos o bloquear las aspiraciones de algunos que, para el caso, es lo mismo. La primera idea es poner el sufragio a subasta al más puro estilo de los catalanes, vascos o canarios. En Soria se hará esto, lo otro y lo de más allá como condición para obtener ese voto favorable en las Cortes Generales. Ya veríamos cómo se garantiza que, una vez en el poder, Sánchez o Feijóo cumplieran su palabra, que esa es otra, pero atendamos además a la reacción en la parroquia soriana ante la supuesta decisión, sea esta cual sea.
 Orquestados desde cualquiera de los dos grandes partidos, pero en especial del damnificado por ese voto, se pondrían, con saña, sobre la mesa las alianzas con la ultraderecha o la extrema izquierda y hasta ahí llegaría la ola de reconocimiento popular generalizado de la labor de Soria ¡Ya! que, dicho sea de paso ya se quebró en parte con las elecciones autonómicas y más aún tras las generales, donde se cuestionó incluso la conformación de las listas con el mismo candidato que lideró las de Castilla y León con un éxito, eso sí, inapelable. Tanto como el estrepitoso fracaso el pasado 23 de julio.
Es evidente que la apuesta electoral y la conversión en partido político, han sido arriesgadas y no ha salido bien. Tras los mejores momentos de la lucha por la España vaciada, da la impresión de que este movimiento está a punto de colapsar. Una lástima tras tantos años dejándose la piel por el bien de la provincia.