Igual que acatamos el confinamiento de un día para otro con más disciplina que desobediencia, por mucho que las infracciones siempre sean noticia y las buenas prácticas queden eclipsadas, poco a poco nos vamos adaptando a los primeros visos de esa ‘nueva’ normalidad de la que tanto se  habla. Soria esperaba como agua de mayo, que desde luego no ha faltado, la llegada de la fase 1 de la desescalada. Y el medio rural se convirtió en avanzadilla de la ansiada liberación con las medidas de alivio de las que disfrutan todos los municipios de la provincia, menos la capital, desde el pasado fin de semana. Más allá del complemento obligatorio que hemos incorporado a nuestros rostros, un paseo por cualquiera de nuestros pueblos hace difícil imaginar que tan solo hace unas semanas se vivía en estricto confinamiento para dar la batalla al coronavirus. Y el lunes 25 de mayo la ciudad dio también el salto a ese primer periodo del plan de desescalada, como lo hizo el conjunto de Castilla y León, la Comunidad de Madrid y Barcelona, con su área metropolitana. Por una vez, para mal o para bien, ya se verá, vamos al compás de las grandes ciudades que mueven los designios del país.

La apertura de las terrazas de bares y restaurantes, a la mitad de su aforo, casi ha sido testimonial en Soria capital, teniendo en cuenta que ni siquiera dos de cada diez locales han dado el paso de sacar las mesas a la calle. Pero los que lo han hecho han sido bien recibidos. No solo por los sorianos, que tenían ganas de vida social y familiar. Incluso el cielo ha respetado y ha contenido las virulentas tormentas anunciadas por los servicios de meteorología al principio de la semana, que ha terminado, además, con temperaturas cercanas a los 30 grados. Huele a verano.

El arranque del sector de la hostelería con esas terrazas y también la apertura de prácticamente la totalidad del comercio, aún con restricciones horarias y de espacio accesible al público, han modificado, asimismo, la costumbre del paseo vespertino que ya habíamos adquirido desde el sábado 2 mayo. La circulación peatonal se ha aligerado a las 20.00 horas y la estampa también ha cambiado sustancialmente. No hay que olvidar que en la fase 1, por ahora, se mantienen las franjas horarias para salir a caminar y a hacer deporte, por lo que se ven más grupos de amigos y familiares que aprovechan ese rato de expansión para reencontrarse. Anima también el hecho de que el final del recorrido puede verse recompensado por una cerveza o un refresco, si es que hay sitio en la terraza más cercana.

Este paso a la fase 1 también se recordará por imágenes como las de los primeros desayunos en la plaza Mayor   o por la del aparcamiento de la estación del Cañuelo de Soria a rebosar de vehículos, no precisamente desplazados hasta allí para esperar a viajeros del tren (eso sí que sería noticia), sino más bien para disfrutar de un rato de asueto en el exterior de El Cielo Gira.

Si las previsiones del tiempo se cumplen en cuanto a las bondades de las temperaturas y fallan respecto a las tormentas auguradas, el fin de semana promete. Tanto en la capital como en la provincia. Aunque la reactivación de la hostelería en los pueblos ha sido prudente, teniendo en cuenta que en los tres primeros días de ese alivio aún estábamos en fase 0, desde este viernes se aventura una notable movilidad a esas segundas residencias, propias o ajenas, en el territorio provincial. Eso sí, siempre con mascarilla (es obligatoria) aunque la sensación de libertad rural nos lleve a pensar que todo ha pasado, que el virus está hibernando.

llamamiento. El subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, hizo este jueves un llamamiento a la ciudadanía para que continúe teniendo un «comportamiento ejemplar» que evite retrocesos y mostró su preocupación respecto a que pueda haber desplazamientos masivos a Valonsadero en fechas que otros años se hubiera celebrado el Desencajonamiento, el Lavalenguas o La Compra. «Sigue habiendo restricciones de movilidad puesto que la provincia está en fase 1, en el segundo escalón de la desescalada, y la ciudadanía tiene que comportarse con prudencia y civismo», advirtió el subdelegado.

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