Disco-Taska Trankas, el bar rural de moda en Gallinero

A.P.L.
-

Óscar Martínez y Eduardo Jiménez, de Gallinero, se asociaron con su amigo Fernando Revilla para abrir la Disko-Taska Trankas

Disco-Taska Trankas, el bar rural de moda en Gallinero - Foto: E.G.M

En 2019, a los primos Óscar Martínez y Eduardo Jiménez junto a su amigo Fernando Revilla se les se les ocurrió coger el bar de Gallinero, porque los que lo llevaban lo iban a dejar. Además, se convirtió también en una especie de homenaje al tío Paco, que regentó ese mismo establecimiento hace 30 años. «De ahí formamos el equipo y tiramos para adelante. Ha ido bien porque cumplimos cuatro años en julio», comentan satisfechos porque en este tiempo les ha tocado «de lleno» la pandemia. 

Al poner en marcha la Disko-Taska Trankas se adentraron de lleno en el sector hostelero, aunque ninguno tenía experiencia previa. «Con muchas ganas de trabajar y dedicación hemos tirado para adelante», inciden. Con el tiempo han ido haciendo mejoras para darle su toque, como instalar los altavoces, las luces... y la terraza que la han hecho toda ellos y que en verano y cuando el tiempo lo permite suele estar «a tope». 

Cuentan con una barra exterior, que también es un plus. Lo han decorado a su gusto, porque son muy aficionados al mundo del caballo -Óscar monta y es bastante entendido- y les gusta también lo rústico y lo rural, así que las mesas  y las sillas son como si estuviesen restauradas. El nombre lo quisieron retomar los primos por sus tíos, que fueron los que pusieron en marcha el negocio hace años, «así a la gente del pueblo le recuerda al bar de antaño». «La gente le llama de todo, menos Disko-Taska Trankas, dicen Trankas-Barrankas, Disko-Tranka... A veces no saben como llamarlo», bromean con cariño respecto a la denominación del local.

servicio a los vecinos. Desde el vermut a las copas, esta típica tasca está abierta en un pueblecito de una veintena de habitantes que llegó a tener 360 en torno a 1940. «Hacemos de todo y no cerramos ninguna puerta. Lo primero es dar servicio al pueblo que, aunque es muy chiquitín, la gente tiene un centro donde reunirse», añaden. Cada mes y medio se suele organizar un concierto y, de momento, «están teniendo muy buena respuesta» del público. Hasta ahora, como les gusta mucho «el tema de las rumbas y el flamenquito», han traído grupos de ese estilo y también tributos a Melendi, Sabina, El Barrio, El Arrebato... Pero seguirán programando actuaciones en este 2023.

«También tuvimos el año pasado una fiesta flamenca, a la que vino el grupo de sevillanas del Calaverón, Aire Flamenco, y estuvo muy bien» y en verano, a iniciativa de la Asociación Cultural de Gallinero, el Ayuntamiento de Almarza y la Disko-Taska Trankas, se organizó la primera jornada de la Trashumancia, que tuvo gran afluencia de público. Con ello, «se ha retomado lo que se hacía antiguamente en el pueblo».

Tienen también raciones para picar, pizzas y, por encargo, chuletones a la brasa cocinados allí mismo. Abren los viernes de 19 horas a cierre, el sábado de 13 a 16 horas y de 19 horas a cierre y el domingo también al vermut, de 13 a 16 horas, y por la tarde de 19 a 22 horas. En esta época la tasca abre los fines de semana y festivos y en verano, en julio y agosto, de lunes a domingo. «Durante todo el invierno tenemos un camarero fijo y en verano los días puntuales y en agosto hay una camarera fija también», por lo que también están creando empleo.

gran respuesta. La idea de estos jóvenes es continuar con el negocio todo lo que se pueda. Están muy satisfechos por la respuesta del pueblo y en los días de concierto o de eventos, «viene gente de toda la provincia, de Ólvega, Ágreda, Duruelo, Vinuesa, la parte de San Pedro, de Soria capital...». «Que a un pueblo como es Gallinero venga gente de todos estos sitios que están tan lejos es muy bonito y, sin duda, motivo de sobra para seguir con ello», subrayan los tres jóvenes en su popular establecimiento. 

Además, cuando hay actuaciones, los grupos y algunos de los asistentes se quedan a dormir en los establecimientos de la zona. «La gente del pueblo suele venir con la familia y los amigos y hay muy buena relación», apunta Fernando, el único que no es de Gallinero pero que ya se siente como tal. También hay bastantes turistas que paran de camino al acebal de Garagüeta, que hacen la Ruta de los Belenes o que se hospedan en una casa rural de los alrededores.

Entre semana tienen sus ocupaciones laborales, porque Eduardo está terminando la carrera de Finanzas y Contabilidad en Zaragoza, Fernando ya la ha terminado ingeniería Informática y trabaja ya en Soria y Óscar está empleado en Acristalamientos Vinuesa.

Por supuesto que animarían a más jóvenes a dar este paso, ahora que en algunos pueblos hay problemas para encontrar gente que gestione estos establecimientos imprescindibles para socializar en la España Vaciada. «Con ganas de trabajar, ideas y buen trato a la gente, sobre todo, los jóvenes tiene que animarse a emprender y hacer cosas en el medio rural. Animamos a todo el mundo como nosotros a que tengan iniciativas y, lo que es importante, animar el medio rural», inciden los tres socios.  

Ahora los tres jóvenes ya están pensando en el próximo concierto, que sería ya en el mes de abril, con la llegada del buen tiempo, aunque los organizan tanto fuera como dentro del local. Así que lo anunciarán en carteles y en redes sociales, habrá que estar atentos. Además, van a organizar en mayo una jornada de convivencia con la peña taurina El Pacharán de las Seis. «Haciendo siempre eventos y trayendo gente al pueblo», concluyen los tres socios en referencia a su actividad que, quién sabe, puede inspirar a otros jóvenes como ellos para emprender en el medio rural en negocios de hostelería.