Las consecuencias de la sequía ya llegan a espacios naturales

P. Velasco
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Medio Ambiente mantiene un plan de monitorización de la biodiversidad que realiza un seguimiento de los humedales

Observatorio de aves en uno de los humedales de la provincia palentina, la Laguna de la Nava, situada en la comarca de Tierra de Campos. - Foto: Sara Muniosguren

Castilla y León es una de las regiones más extensas y con mayor riqueza natural de Europa por lo que preocupa mucho las consecuencias que la sequía que sufre todo el país pueda tener también en las más de 820.000 hectáreas de diversidad biológica y paisajística de la que dispone. Y por extensión, en las especies que alberga esta red de espacios naturales. De momento, según señalaron fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, la realidad de estas zonas protegidas –la Comunidad cuenta con 33– no difiere mucho de la que vive el terreno agrícola, con evidentes diferencias entre los espacios situados en el sur y centro de la región y los del norte, que se encuentran en mejor situación.

De todos estos espacios preocupa la situación de los humedales –Castilla y León tiene catalogados 297 que abarcan actualmente una superficie de 11.763,43 hectáreas–, ya que son zonas de gran importancia biológica al albergar hábitats de interés comunitario como las conocidas lagunas esteparias de Villafáfila, en la provincia de Zamora, o la laguna de La Nava, en la provincia de Palencia. 

La Junta dispone de un Plan de Monitorización de la Biodiversidad, por el cual mensualmente se realiza el seguimiento de una selección de humedales al objeto de obtener tendencias a medio largo plazo de aves acuáticas migradoras, al igual que se realiza con las aves acuáticas invernantes, como señalaron las mismas fuentes de la Consejería de Medio Ambiente. «Estos programas de seguimiento a largo plazo permiten obtener información de cómo los cambios en el medio natural, como los derivados de la sequía o del cambio climático, afectan a las especies acuáticas, permitiendo trabajar en la protección de las aves acuáticas», añadieron.

Además, la Consejería vigila las consecuencias del cambio climático en especies de fauna amenazadas, principalmente en las asociadas a especies de medios acuáticos, «como las labores de rescate y extracción de peces o anfibios en aquellos casos en los que por el descenso del nivel del caudal en charcas, balsas o ríos puedan verse atrapadas y requieran de medidas gestión como la captura y traslocación de ejemplares».

Peligro de incendios

A estas medidas de vigilancia de las especies, la Junta suma la preocupación por el riesgo de incendios en estos espacios y que se pueden ver agravados por la escasez de lluvias de las últimas semanas. Ante esta situación, y además de la declaración de época de peligro medio de incendios forestales hasta el 4 de mayo, conllevando la suspensión de todas las autorizaciones y comunicaciones de quema de vegetación y restos vegetales, Medio Ambiente ha reforzado el personal de guardia y de los medios desplegados en las comarcas de más riesgo. Igualmente se solicita a los usuarios del medio natural, tanto en espacios protegidos como fuera de ellos, que planifiquen sus salidas al campo, evitando las horas centrales del día, y con el avituallamiento adecuado.

33 espacios protegidos

Castilla y León cuenta con 33 espacios naturales protegidos que destacan por sus valores ecológicos, geológicos y paisajísticos, y suman 820.000 hectáreas declaradas. Estos espacios se distribuyen entre dos parques nacionales, dos parques regionales, 14 parques naturales, cinco reservas naturales, ocho monumentos naturales y dos paisajes protegidos.

Humedales

En Castilla y León están catalogadas un total de 297 zonas húmedas, incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, aprobado en el año 1994, ampliado en 2001 y que la Junta prevé actualizar durante este año, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación y uso racional.