Cada miércoles por la mañana desde la pasada primavera un grupo de enfermos de alzhéimer de la provincia se ponen ropa cómoda, toman una pala y una pelota de ping-pong y, bajo las instrucciones de los voluntarios del Club Tenis de Mesa CAEP Soria, se lanzan a practicar algo más que un deporte:un trabajo terapéutico que les permite mejorar algunas de sus capacidades motoras y cognitivas. Este sencillo 'antídoto' contra el avance de su patología neurodegenerativa reverbera en su aspecto exterior desde los resultados en su interior. El proyecto, denominado 'Juguemos juntos al ping-pong', cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Soria. 

«Siempre estamos buscando actividades que conlleven beneficios, cosas que puedan motivarles, que les animen y puedan subirles las autoestima, y ya habíamos leído estudios científicos sobre los beneficios del tenis de mesa [para los enfermos de alzhéimer], pero queríamos comprobarlo y hemos visto bastantes», indican desde Alzheimer Soria. Así, a través de este deporte se ayuda a las personas con la «coordinación, la concentración y la capacidad de respuesta». Las mismas fuentes explican que personas que anteriormente realizaban acciones de forma «más lenta, ahora van mejorando su capacidad de reacción». «Se refleja en sus caras, en que están más despiertos, en cómo se relacionan con los voluntarios del club y, por su puesto, en su autoestima porque vienen con otra cara». Por todo ello 'Juguemos juntos al ping-pong' es importante para estas personas y su entorno. 

Velocidad de reacción, control y anticipación para tomar decisiones estratégicas rápidamente son los requisitos de este deporte en el que la concentración y lo visual están muy presentes. Entre sus beneficios, de acuerdo a diferentes estudios científicos, se encuentra el desarrollo de la agudeza mental, la mejora de los reflejos, el mantenimiento activo del cerebro y la estimulación de diferentes zonas, la mejora de la coordinación y del equilibrio, así como ser una herramienta de socialización. 

Quizá el secreto de su éxito en la estabilización de los efectos del deterioro cognitivo sea un compendio de todos estos factores. Lo cierto es que la neurociencia asegura que el cerebro mejora sus funciones cognitivas a través de las actividades físicas y los enfermos de alzhéimer sorianos están logrando avances. Además, la edad no es un factor determinante en la práctica de este deporte, pues los usuarios abarcan una amplia horquilla de edad, «incluidas personas de más de 90 años». Además, se trata de una actividad con herramientas de poco peso, algo que permite un manejo relativamente más sencillo. Del mismo modo, la ausencia de movimientos muy extremos también evita posibles tropezones y caídas. Eso sí, cada uno va a su ritmo. 

En este sentido, el presidente del Club Tenis de Mesa CAEP Soria, Javier Ortega, se muestra «sorprendido de todo lo que son capaces de hacer» personas generalmente mayores con deterioro no sólo cognitivo sino físico. «No pretendemos que jueguen al ping-pong como cualquier otra persona, no les enseñamos técnicas ni tácticas, sino que se trabaja la coordinación y otras capacidades que influyen en el aspecto cognitivo, siempre con ejercicios adecuados a la capacidad física y mental de cada uno», aclara e insiste en que «sorprende su capacidad y esfuerzo». Ortega asegura que en el club «estamos muy contentos con este proyecto porque tantos los enfermos como los técnicos nos transmiten buenas sensaciones y, según nos indican, hay avances». 

Desde Alzheimer Soria agradecen al Club de Tenis de Mesa CAEP Soria todo el apoyo que les brinda para que los usuarios puedan beneficiarse de este deporte. «Las estrategias de aprendizaje también son importantes y gracias a los voluntarios, que se han implicado mucho con nosotros desde el principio, nos van dando indicaciones y normas para ir aprendiendo», manifiestan. Además, el club les ha donado una mesa de ping-pong para que los enfermos tengan la posibilidad de continuar practicando en las instalaciones que tiene la asociación en la capital. 

otras actividades. La salud cognitiva es una de las cuestiones más importantes para el colectivo, que se enfrenta a un lento y progresivo deterioro de ella. A iniciativas de Alzheimer Soria como 'Juguemos juntos al ping-pong' se le suman otras como 'Te presento mi pueblo'. El proyecto se desarrolló a lo largo del verano pasado y éste, «con las olas de calor y las lluvias», no ha podido retormarse. Sin embargo, la idea es darle continuidad «cuando sea posible» porque los beneficios para los enfermos de alzhéimer también son perceptibles. 

«Aunque la memoria no se mantiene a largo plazo [con esta actividad]» los efectos de ir a su pueblo eran inmediatos, según cuentan desde la organización: «Les motivaba mucho porque se veía el estímulo del recuerdo en monumentos y espacios que ya no estaban y que, efectivamente, habían existido, o en fiestas a santos y vírgenes que ahora ya no se veneraban, pero que se nos confirmaba con la guía turística». «Era una actividad muy bonita porque algunas personas llevaban años y años sin ir a su pueblo, pero era bajar de la furgoneta y empezar a recordar y la emoción de enseñar a sus compañeros su pueblo también les subía la autoestima», continúan y aprecian que «esa capacidad cognitiva, gracias al recuerdo emocional, resurgía», aunque fuera solamente por unos instantes.