Reflotar la natalidad, ¿misión imposible?

Agencias-SPC
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Los expertos recomiendan poner en valor la familia y llevar a cabo políticas reales de conciliación y crianza, además de promover el empleo y la vivienda, para que España deje de ser uno de los países del mundo con menos bebés

Reflotar la natalidad, ¿misión imposible?

No es un problema que sea nuevo, desde hace más de una década la natalidad en España cae inexorablemente y sin visos de que la curva vaya a doblegarse. Tal es ya la situación, que el país posee la deshonrosa tasa de fecundidad más baja de Europa, solo superada por Malta, lo que se traduce que en 2023 nacieron un total de 322.075 bebés, un dos por ciento menos que el año anterior.

Los factores que explican esta sequía de alumbramientos son múltiples, desde causas sociales y económicas a problemas de infertilidad o parejas demasiado mayores. Ante esta circunstancia, los expertos proponen varias soluciones para tratar de reflotar este contexto adverso y tratar la esterilidad como un problema de salud pública.

Distintas sociedades científicas han analizado en el documento de consenso Natalidad y Salud Reproductiva en España: hoja de ruta para una reproducción saludable y planificada la situación actual y han trazado un camino con recomendaciones para reconducir esta casi dramática situación.

Según el INE, el retraso en el número de nacimientos está acompañado de una demora en la edad de la maternidad, de hecho el número de bebés nacidos de madres de 40 o más años ha crecido un 19,3 por ciento en los últimos 10 años.

Así, la edad media en que las mujeres tienen su primer hijo ha pasado de 25,25 años en 1975 a 32,6, en 2022.

España también es uno de los países que cuenta con una mayor diferencia entre el número de hijos que se desean y los que finalmente se tienen: más de una de cada dos mujeres de 40 o más años sin hijos querría haberlos tenido.

Uno de los mantras que siempre se ha alegado para no tener descendencia son los aspectos económicos y la tan manida estabilidad laboral.

Pero también hay otros factores socioculturales que han hecho que la familia y tener hijos haya pasado a ser una opción sustituible «por lazos emocionales más líquidos y volubles». 

El informe señala que pese a la importancia que la sociedad española da al núcleo familiar «no ha existido un debate político ni académico» sobre esta materia. Además, «las mujeres españolas han tenido menos apoyo de recursos públicos» para la crianza que otros países del entorno.

Así, en datos, España dedica solo el 0,52 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a ayudas directas a los hogares, menos de la mitad de la media que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aportan a esta partida.

El cóctel explosivo además se afianza con los numerosos problemas para encontrar una vivienda y un empleo estable, sobre todo para los más jóvenes.

Tampoco debe olvidarse que España no ha sido casi nunca un país de fácil conciliación ni corresponsabilidad. Son muchas las «debilidades» en este asunto, así como en la crianza de los pequeños.

Soluciones

Ante estos factores adversos, el libro blanco de consenso liderado por la Sociedad Española de Fertilidad, y en el que han participado distintos expertos en Medicina, Enfermería, Sociología, Psicología y Nutrición, propone un estudio social y longitudinal de las causas endógenas de esta situación desde hace décadas.

Para ello, apuestan, en primer lugar, por impulsar una percepción positiva de la familia, por lo que animan a crear espacios amables en torno a la vida familiar y la conciliación laboral.

Otra de las acciones inminentes a llevar a cabo sería la de desarrollar políticas que promuevan el empleo juvenil estable y el acceso a una vivienda asequible, así como otras de apoyo a empresas y organizaciones para que puedan aprobar medidas de conciliación y así no penalizar a las mujeres que son madres.

Pero los expertos también distinguen factores biológicos y clínicos en el problema de la baja natalidad en España como consecuencia de las barreras socieconómicas que llevan a postergar la maternidad y que consecuentemente ocasionan problemas para procrear.

En este sentido, abundan en que la alta prevalencia de la esterilidad requiere una mayor inversión en investigación científica y un mayor desarrollo de las acciones públicas al respecto.

Asimismo, insisten en que los problemas para concebir han quedado relegados a la esfera privada, «a menudo siendo invisibilizados». De hecho, un estudio reciente indica que ocho de cada 10 españoles con edades entre los 20 y 45 años considera los problemas de infertilidad como un tema «tabú».

Reproducción asistida

Otra de las claves para aumentar la natalidad en España es impulsar un plan integral de esterilidad que responda a las necesidades específicas de aquellas mujeres que desean concebir y no pueden hacerlo, como parte de una estrategia de salud sexual y reproductiva «actualizada a los desafíos sociales».

Así, al posponerse la maternidad, cada vez más parejas recurren a tratamientos de reproducción asistida, que los expertos sostienen que deben integrarse en la realidad reproductiva actual como acompañamiento terapéutico necesario para incrementar los nacimientos.

En 2021, en España se realizaron unos 200.000 tratamientos de reproducción asistida, de los que nacieron más de 40.000 bebés.

Las sociedades científicas insisten en que hay que actuar rápido y de manera informada para revertir la alarmante baja tasa de natalidad en España y concluyen que de no hacerse «peligra la continuidad de nuestra sociedad y sistema tal y como lo conocemos».