El 'Stonehenge' salmantino

SPC
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El Parque Temático del Granito de Los Santos, en el corazón de Entresierras, ofrece un recorrido por la historia de sus pobladores, del Neolítico a la Orden del Temple, y del oficio cantero en sí mismo, a través de la mirada artística de Amable Diego

El ‘Stonehenge’ salmantino - Foto: David Arranz. ICAL

En la cabecera del río Alagón, bajo la protectora mirada de las imponentes cumbres de las sierras de Francia y de Béjar, en la perfecta equidistancia de la comarca salmantina de Entresierras, allí donde el paisaje natural de berrocales se hunde en un entorno llano y bucólico que evoca tiempos pretéritos, allí es donde se erige uno de los espacios de arte en la naturaleza más singulares del sur de Castilla y León. Una oda al cuarzo, el feldespato y la mica, a la cantería en sí misma, al granito, la materia que aún da de comer a los oriundos de esta zona y que, en esencia, forjó su legado hasta estos días. Un 'timeline' histórico que recoge el paso de las centurias y de los milenios, desde el Neolítico a la Orden del Temple, como un homenaje al oficio cantero a través de la mirada artística del escultor y pintor salmantino Amable Diego.

El Parque Temático del Granito lleva a las afueras de Los Santos desde mediados de los años 'ochenta'. Impulsado por el malogrado alcalde del municipio Javier Álvarez Merino, recientemente homenajeado allí por la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, el parque fue erigido donde entonces solo había un vertedero. La basura se apilaba entre los grandes orificios generados por la cantería. Montañas de residuos y hoyos configuraban hace tres décadas el paisaje donde, hoy día, permanece una instalación artística y monumental que pone en valor el entorno natural y favorece un agradable paseo para los crecientes visitantes. Que tampoco han sido tantos a lo largo de estos años, habida cuenta de su dimensión, porque, según reconoce a Ical quien lo ideó, "no se le ha querido nunca dar mucha publicidad". 

Una nueva señalización, recién estrenada, explica a los visitantes el significado de las diferentes instalaciones dispuestas a lo largo de varios kilómetros cuadrados. También la historia de la cantería de granito, oficio que hunde sus raíces en esta zona de la provincia charra y principal sustento de sus vecinos. No en vano, según recuerda Amable Diego, la semilla cultivada en las escuelas-taller, que más tarde se popularizaron, fue el origen del parque temático. "Hablamos del año 83, aproximadamente. Allí, las canteras toda la vida se dedicaron al granito, pero aquellos chavales, por lo que fuera, no habían tirado por ahí. Y el alcalde pensaba que tenían un potencial grande. Así que pensamos que había que mentalizarles, darles unos cursos y transmitirles que ser cantero era una cosa seria, y la mayoría de sus padres lo habían sido", rememora el artista.

De vertedero a monumento

En Los Santos trabajaban la piedra y la vendían. De aquellas escuelas, donde además de Amable Diego, según él mismo recuerda, dio clase quien fuera directora del Museo Provincial de Salamanca, María José Frades, y otros artistas de de la época, surgieron, al menos, tres cooperativas. Allí se impartía dibujo, dibujo técnico y se impulsaban diferentes proyectos, con gente que acudía incluso desde los pueblos de alrededor, como Monleón o Valdelacasa. "Un día, Javier me llama y me dice que quería hacer algo, pero algo diferente", cuenta el escultor en referencia al alcalde. Allí donde el regidor municipal quería hacer "algo diferente" era, en efecto, el vertedero del pueblo, a las afueras, donde los somieres se amontonaban entre enormes hoyos de la vieja cantera y donde antaño se extraían las piedras con camiones y hasta con caballos. "Déjame pensar", acertó a responder.

Tras bregar con las dificultades para inspirarse ante semejante panorama, Amable Diego comenzó por el principio. Recomendó levantar taludes y tapar los huecos con tierra. Comenzó a crecer la hierba y, con ella, las ideas del artista. "Luego allí, con paciencia, yo me sentaba y dibujaba", explica. Así que, ataviado con papel y lápiz, descansando, probablemente, sobre alguna piedra, daba rienda suelta al proceso creativo y esbozaba, garabateaba y plasmaba en su libreta lo que, más tarde, dejó de prometer para ser. "Empezamos por los 'stonehenge' y luego vamos por el Medievo, con esa catedral que está en el centro y que tiene el dragón y la Tau, como el escudo de Los Santos", comenta el artista, parafraseando a su propia cabeza.

Todos los elementos que aparecen en el parque, por supuesto, están hechos con granito y también forman para algunas de las herramientas que ese utilizaban para trabajarlo, como son las varillas y el hierro del que están hechas las veletas, que aún hoy giran dando vida y movimiento al conjunto escultórico. "Fui siguiendo hasta el final que ya hicimos otras construcciones, unos pequeños poblados. Fui dibujando piedra a piedra. Quería que tuvieran cierta distancia para que fueran sitios acogedores para merendar y, de hecho, se utilizan muchas veces como merenderos. Era la historia, que la gente fuera. La pretensión que teníamos era hacer algo diferente en un lugar que estaba perdido, que era un vertedero. La gente empieza a ir ahora porque no se ha hecho nada de publicidad. Pero nosotros cumplimos, estábamos satisfechos y ya está", reflexiona.

Del papel al campo

Sobre el proceso para llevar sus ideas de sus bocetos a la realidad sobre el terreno, el artista se muestra agradecido con el trabajo realizado por los jóvenes de la escuela y de la cooperativa porque, según rememora, supieron plasmarlo a la perfección. "Yo a los chavales les daba un dibujo y eso lo reproducían ellos, y lo hacían fenomenal. Cortaban las piedras, las llevaban y las colocaban con una maestría que era increíble. Todo lo que yo dibujé, lo hicieron, y muy bien. Yo me quedé alucinado", recuerda. Desde "la Catedral", con el dragón y la cruz templaria, a los 'stonehenge' y los poblados, todo es creación de Diego, salvo el conocido popularmente como el 'Rollo Canalito', una gran bola de granito que permanece en la parte baja del parque. "Los dejamos ahí porque es un monumento natural. Pasa un poco desapercibido porque está muy abajo, pero yo apenas quise hacer nada para que se viera", matiza al respecto.

Tres décadas más tarde, Amable Diego, maestro grabador, continúa en activo y reivindica la libertad para crear de un artista que ha tocado todos los 'palos'. "Yo hice la especialidad de grabado. Entonces se dibujaba mucho. Yo creo que la base para todo es el dibujo, es muy importante. Antes eran cuatro años y ahora es solo una asignatura, pero bueno, ahora, con el arte conceptual, las escuelas son muy raras. A mí siempre me ha gustado también moverme en la abstracción porque trato de divertirme. Ahora, por ejemplo, mis obras van por el acero inoxidable. No puedo hacer siempre lo mismo. Para mí el dibujo figurativo no tiene ningún secreto, me aburre. Busco siempre complicarme la vida, pero es por mí, ni por moda ni por nada", concluye sobre su concepción del arte.

En definitiva, además del aprendizaje sobre el oficio de los canteros a lo largo del tiempo, el Parque Temático del Granito de Los Santos es un lugar perfecto para pasear en un entorno tranquilo y natural, entre piedras emblemáticas ,y para disfrutar de las vistas sobre la comarca de Entresierras y la Sierra de Béjar. También para tener una buena panorámica de las constelaciones y otros fenómenos astronómicos, para lo que también sirve su privilegiada ubicación sin ningún tipo de contaminación lumínica. De hecho, es lugar de celebración de las fiestas populares en honor al solsticio, y de hasta bodas. Después de todo, está catalogado como uno de los 16 centros de interpretación del Patrimonio Minero de Castilla y León.