La costumbre de vivir al límite

José Antonio Pascual (EFE)
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La costumbre de vivir al límite - Foto: Georgi Licovski

La selección de Croacia fue fiel a sí misma, a su costumbre de que se resuelvan sus eliminatorias en una gran competición internacional en la prórroga, o en los penaltis incluso, en los que volvió a sobrevivir ayer por segunda ronda consecutiva tras haber hecho lo propio con Japón.

El conjunto de Zlatko Dalic lo hizo de nuevo. No podía ser de otra forma. Brasil lo intentó guiada por Neymar en el estadio Ciudad de la Educación. Pero se encontró con ese hábito del equipo ajedrezado que capitanea Luka Modric, que se resiste partido a partido a decir adiós a su dilatada trayectoria por la Copa del Mundo.

Planteó una partida de ajedrez perfecta el seleccionador balcánico. Tan solo le faltó más fuelle para llegar ante Alisson Becker y soñar con marcar algún gol. Porque lo que fue estructura defensiva y trabajo solidario fueron irreprochables. Croacia ya superó en octavos el escollo de Japón en la tanda de penaltis gracias a tres intervenciones de Dominik Livakovic. Ante el conjunto de Hajime Moriyasu acabó empate a uno el partido y luego la prórroga.

Confirmó en dicho encuentro, como en este ante una de las favoritas al título, que sigue empeñado el cuadro balcánico en que las eliminatorias se prolonguen y lleguen hasta el límite.

Comenzó dicha 'manía' de la selección europea en la Eurocopa'08, cuando cayó en la tanda de penaltis de cuartos. Ocho años después, sucumbió en octavos en la prórroga ante Portugal en la competición continental. 

Y la gran fiesta le llegó en el Mundial de Rusia'18, donde alcanzó la final, por este sistema. Dinamarca y Rusia sucumbieron al influjo de la camiseta ajedrezada en la tanda de penaltis. En semifinales la víctima fue, en la prórroga, Inglaterra, a la que se impuso por 2-1 con un tanto de Mario Mandzukic.

El irreductible equipo de Dalic encaró este Mundial dispuesto a defender hasta la última gota el subcampeonato. Pasó no sin ciertos apuros la fase de grupos y, desde entonces, ha demostrado esa capacidad de sufrimiento, esa resiliencia que mandó a la favorita para casa.