El Real Madrid despachó (90-75) al Fenerbahce este miércoles en la jornada 31 de la Euroliga celebrada en el WiZink Center, un triunfo casi plácido de los blancos con el que aseguran el 'Top 4' y, por tanto, la ventaja de campo de cara los 'playoffs'.

El equipo español, en la primera campaña con Chus Mateo, sigue cumpliendo en Europa, con el segundo objetivo de la campaña. El Madrid será uno de los cuatro primeros y tendrán el comodín del Palacio en busca de la 'Final Four' de Kaunas.

El duelo de gigantes, con un Fenerbahce con opciones de llegar a ese 'Top 4', pareció igualado, pero el Madrid fue siempre un paso por delante. Dzanan Musa (16 puntos y 25 de valoración), Gabi Deck (23 de valoración) y Adam Hanga (20) fueron los mejores en una buena demostración de fuerza del 10 veces campeón de Europa ante un Fenerbahce muy discreto.

El Real Madrid asegura el comodín del Palacio

El acierto de tres ayudó mucho a la noche blanca. Fue en el segundo cuarto cuando la maquinaria local se destapó, aunque sin reflejarse en el marcador (49-44). El Madrid dejó la defensa para el segundo tiempo y en el primero se divirtió, todos anotaron, en especial un Cornelie imitando a Musa de artillero.

En los turcos, dos ex del Barça como Calathes y Hayes dejaron 10 puntos cada uno al descanso, con mucha pegada también el cuadro visitante aunque sin la fluidez del Madrid. La soltura de los locales se hizo más notable en el regreso de vestuarios, anotando Hanga y Yabusele para abrir la máxima del encuentro (58-46).

Mateo aprovechó para meter más tensión en defensa y los de Dimitris Itoudis no subieron ese listón. Con un 19-14, Poirier y Musa fueron los encargados del despegue, el Madrid amplió su renta de cara a un último cuarto pronto encarrilado. El Fenerbahce echó de menos los puntos del ausente Scottie Wilbekin, sin armas.

El Real Madrid asegura el comodín del Palacio - Foto: JUANJO MARTIN

Con Motley y Booker anulados por dentro y Calathes lanzando piedras al tablero, el equipo de Estambul no creyó nunca en la remontada para evitar la quinta derrota seguida en la capital española. El cuadro madrileño, sin sus bases Nigel Williams-Goss y Sergio Llull ni Causeur, no desaprovechó la opción de gustarse, mientras Mateo daba incluso descansos, sobre todo a Tavares.

Aunque Poirier se bastó, el gigante de Cabo Verde volvió para los tres últimos minutos, donde cualquiera de la Euroliga te puede dar un disgusto. Entre la intimidación del pívot, los triples de Rudy y Hanga y lo desacertado de los turcos, el triunfo no peligró para un Madrid que va cumpliendo sus metas en el camino a Kaunas.