Mad Cool 2023 cumple con la expectativa

Javier Herrero (EFE)
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Sigur Ros, Azúcar Moreno, The Offspring, Lizzo, Lil Nas X o Robbie Williams ponen, luz, color y mucha música a la apertura del festival

Mad Cool 2023 cumple con la expectativa - Foto: Kiko Huesca

De la exquisitez de Sigur Ros a la extravagancia de Azúcar Moreno, pasando por la testosterona de The Offspring, todas las lecturas musicales han cabido en la apertura de Mad Cool 2023 y en el estreno de su nuevo recinto, aunque si una se ha impuesto a todas las demás ha sido la apuesta por la diversidad y por el espectáculo al rebufo de himnos como 'Let Me Entertain You' (Deja que te entretenga, en español).

Al frente de esa causa, la tríada compuesta por Robbie Williams, Lizzo y Lil Nas X, estos últimos en su debut en Madrid ante el aforo casi completo de esta cita, cerca de 66.000 personas que según la organización han acudido este jueves al Ibedrola Music (nombre que llevará este gigantesco nuevo espacio al sur de la capital) y que en parte así habrán olvidado los sinsabores que algunos han sufrido en los accesos.

A los atascos en la M-45, carretera que limita con el recinto, se han sumado en el momento de mayor afluencia, cerca de las 19 horas, colas kilométricas y esperas de más de una hora para entrar a pie, pese a que solo unos minutos antes los asistentes declaraban a EFE no haber necesitado más de cuarto de hora para esa misma operativa.

En la transición del hastío inicial a la sonrisa final, entre directos eléctricos o hipnóticos y/o repertorios emblemáticos, The Offspring se ha encargado sobre todo de cargar la mochila de esto último, con un buen puñado de canciones históricas como 'Pretty Fly (For A White Guy)' o 'Self Esteem', por citar unas pocas.

"¡Gracias por ser lo mejor que le ha pasado a la humanidad del rock and roll!', han exclamado los californianos al término de su concierto, el primer gran reclamo de una jornada que con 33 grados de temperatura bajo el sol de julio ha registrado una buena entrada de asistentes desde primera hora atraídos por ellos.

Mucho más difícil ha sido elegir a partir de entonces, especialmente por la coincidencia de dos bazas con el mismo 'target' generacional joven: Machine Gun Kelly y la banda británica The 1975, el primero con su verbo fulgurante en su mezcla de rap y rock, los segundos claramente infravalorados en su poder de convocatoria, que ha dejado muy justas las dimensiones del tercer escenario.

Los disidentes que han buscado otros espacios como la tómbola del festival se han topado con la actuación sorpresa y nada predecible en estas coordenadas musicales de Azúcar Moreno. "¡Qué subidón tenemos!", han reconocido estas hermanas extremeñas criadas en Madrid con su habitual desparpajo y un sinfín de tonadas de feria como 'Bandido', 'Solo se vive una vez' o 'Postureo', que han hecho disfrutar sin prejuicios a un millar de asistentes.

En paralelo, y de nuevo en unas señas estilísticas muy diferentes, casi un elegante salón de baile con toques de soul, pop y viento metal, la británica Raye y su destreza vocal han atraído a un buen puñado de ese tercio de extranjeros, sobre todo británicos, que según los cálculos de Mad Cool han venido a disfrutar de esta edición.

En ese clima ha irrumpido la explosiva estadounidense Lizzo con su apuesta funk, pop y r&b a favor del amor propio y una sensualidad que no entiende de índices de masa corporal, justo cuando se ha hecho de noche sobre Mad Cool y han brillado más sus coloridas proyecciones, sus juegos de luces y su decena de bailarines en uno de los mayores espectáculos de la jornada.

No le ha faltado nada: ni energía, ni actitud, ni la complicidad con el público (al que ha invitado a mover el 'culo' en español), ni baile, ni golpes de melena, ni baladas, ni derroche vocal (que le ha permitido atreverse con el arranque de 'I'm every woman' que popularizaron primero Chaka Khan y luego Whitney Houston), ni su flauta (que ha regalado a un fan) ni una defensa por los derechos LGTBIQ+ ni, por supuesto, éxitos como 'About Damn Time', 'Truth Hurts' y hasta una versión del 'Yellow' de Coldplay.

La estrella de la jornada

Parecía difícil superarlo, hasta que las notas de 'Let Me Entertain You' de Robbie Williams en el escenario gemelo han puesto a muchos a la carrera en pos de quien ha sido la gran estrella de la jornada, nunca antes visto en Madrid en este formato de festival al que se ha adaptado como un guante y para el que no se ha reservado medios tampoco, con un cuerpo de baile, un septeto como banda con trío de viento metal y otro trío de coristas.

Vestido completamente de dorado, pelo cano de punta y mucho más delgado que en sus últimas apariciones, el británico ha venido con un repertorio de grandes éxitos, se ha dado ocasionales baños de masas a pie de pista y en esa complicidad se ha aliado con la concurrencia incluso al errar el inicio de 'Monsoon'. "¡Es que he pasado un covid muy largo!", se ha disculpado entre las risas del público.

"Solo tengo dos tipos de canciones: las de 'soy un tipo jodidamente increíble' y las de 'me has dejado solo y devastado'", ha seguido entre su hilarante discurso autoparódico, que ha llevado hasta los tiempos de Take That ("Cuando hacía porno gay", ha bromeado), a medida que han sonado temas propios como 'Come Undone' o 'Rock Dj', versiones como "Don't Look Back In Anger" de Oasis, y un broche con las imprescindibles 'Angels' y 'Feel'.

El cierre de la jornada en torno a las 2 de la madrugada (para aminorar las molestias de los vecinos que rodean el Ibedrola Music) ha recaído por un lado en la clásica opción de Franz Ferdinand y, otra otra, en Lil Nas X.

Rodeado de ocho bailarines masculinos, el joven estadounidense se ha confirmado como un artista no menos provocador que Williams en su apuesta por la diversidad racial, sexual y musical con un 'show' que ya ha arrancado con la polémica 'MONTERO (Call me by your name'), de la que se dijo que era satánica por flirtear con el mismo demonio en su videoclip.

Este viernes Sam Smith, Mumford And Sons, The Black Keys y Queens Of The Stone Age serán algunas de las bazas principales de la segunda jornada.