Los nitratos impiden beber agua en 29 pueblos de Soria

A.P.L.
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Todos los años hay incidencias y las zonas más problemáticas son las más agrícolas. ASDEN realizó en verano un análisis en 110 localidades y 54 tenían datos altos o riesgo

Imagen de archivo

El Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Soria mantenía abiertos esta semana un total de 29 incidencias de otros tantos pueblos por superar el nivel permitido de nitratos en el agua de boca.  Son las actuales porque a lo largo del año hay expedientes que se abren pero como se repite la analítica en red y da resultado negativo se cierran seguidamente porque «entra dentro de los niveles paramétricos normales». Así lo explica Elena del Vado, la jefa de servicio, quien incide en el que, teniendo en cuenta que el límite son 50 miligramos por litro, en algunas zonas puede llegar solo a los 52 mililitros mientras que en otras se han llegado a sobrepasar los 100. En una incidencia abierta con poco exceso, si llueve y empieza a haber más caudal en la captación, se puede cerrar pronto, concreta. 

Mientras hay exceso de nitratos, el agua no es apta para el consumo, insiste Del Vado.En algunos casos son «situaciones puntuales» y depende de si hay más caudal de agua o si toman solo de una captación o de varias, por lo que en este caso podrían mezclar agua para normalizar los parámetros. «En algunos pueblos tienen tres captaciones, pero en uso tienen dos, por lo que pueden coger de otra y mezclar el agua de red. Eso depende de cada localidad y como tengan establecidas las captaciones», comenta. Hay lugares donde hay problemas de manera sistemática y se plantean o bien buscar una alternativa o bien instalar un desnitrificador, aunque esto es más difícil en localidades de menor tamaño por el alto coste. «Hay sistemas que limpian el exceso de nitratos, de forma que el agua se pueda beber», añade Del Vado.

Este problema está ligado fundamentalmente a la actividad agrícola en general, a los abonos inorgánicos. «Cuando se abona el terreno no todo el nitrógeno que lleva el abono lo consume la planta, ya que solo utiliza lo que necesita y el queda el resto, que se va filtrando y puede llegar a las aguas subterráneas de las captaciones para agua de consumo», detalla.

El abastecimiento de agua es competencia municipal y los ayuntamientos son los responsables de suministrar a la población agua para el consumo que cumpla con todas las condiciones sanitarios, que esté libre  de patógenos y microorganismos y también de metales pesados. Desde el Servicio Territorial de Sanidad, se realiza vigilancia. Cuando se detecta en algún pueblo una incidencia, se acude y se toman muestras. Además, hay programas específicos en Sanidad que se van haciendo de aniones y cationes, metales pesados... «Hay diferentes programas y vamos tomando muestras aleatoriamente. Si vas a captar nitratos, se realizan análisis en zonas donde puede haber problemas. Si se detectan, se repite después la analítica para confirmar», concreta. Si da como resultado un exceso de nitratos, se comunica al ayuntamiento para que tenga conocimiento y prohíba el consumo o tome las medidas adecuadas. «Sanidad realiza la vigilancia del agua en todo, no solo en nitratos, pero nuestra misión es simplemente la vigilancia sanitaria; mientras que los ayuntamientos tienen que hacer análisis de control rutinariamente y, en función de la población, más o menos analíticas y pruebas completas cada más o menos tiempo», explica la jefa de servicio. 

Las zonas con más problemática de nitratos son las más agrícolas, en general. Hay problemas en el área de San Esteban de Gormaz, Almenar, Almazul, Coscurita, Penoniel... «Son zonas eminentemente agrícolas de cereal, porque es donde más nitratos y más abono inorgánico se aplica», concreta Del Vado. Las incidencias se van corrigiendo para posteriores analíticas, avanza, y siempre suelen ser las mismas zonas. También se dan en zonas de huerta, donde la planta para crecer necesita tener nitrógeno, como parte de su ciclo, «pero si abonamos en exceso aportamos más del que va necesitando».

estudios. Todos los años hay incidencias de nitratos y, según un informe de Hacendera y Greenpeace, el 22% de los municipios de la provincia han tenido al menos una vez sus aguas contaminadas por nitratos en el periodo 2016-2020.La asociación ecologista ASDEN-Ecologistas en Acción siempre ha alertado de este problema que afecta a zonas que llevan décadas siendo cultivadas intensamente, por lo que hay una contaminación difusa permanente que se acrecienta en años de sequía. 

El colectivo realizó este verano un análisis de nitratos en 110 localidades.El resultado fue que  24 superaban los 50 miligramos por litro, 17 pueblos rondaban esa cifra sin sobrepasarla y 13 estaban por debajo pero en riesgo. Además, se observaron 48 pueblos con concentraciones inferiores a 30 miligramos por litro pero con signos de contaminación, así que no tenían agua de excelente calidad. Tan sólo ocho pueblos presentaban una cifra por debajo de los 15 miligramos por litro. Por ello, ASDEN advertía de los resultados y creaba un mapa muy distinto al del estudio de zonas vulnerables de tener nitratos de la Consejería de Agricultura de la Junta, más aún porque no se había analizado el cuadrante nor-occidental cuya contaminación por nitratos es baja debido a que son pueblos eminentemente forestales, a diferencia al resto de la provincia, con actividad agrícola.

municipios. El pasado 10 de octubre se restringía el agua de boca en Pedraja de San Esteban, Velilla de San Esteban y Torremocha de Ayllón, tres pedanías de San Esteban de Gormaz y con niveles de nitratos de los 54 a los 62 miligramos por litro. El ayuntamiento suministra a los cerca de 30 vecinos de estos núcleos agua embotellada, al tiempo que se está a la espera del suministro con tanques o cisternas de la Diputación Provincial. La concejala de Barrios, Soledad Albitre, apunta como origen de esta problemática a «los purines que se vierten en las tierras o la agricultura» y urge una solución. «Con las nuevas técnicas como la rotación de cultivos o las prácticas ecológicas en la agricultura se puede reducir el uso de nitratos», asegura confiando en que pronto se repitan los análisis desde Sanidad y se levanten las restricciones aunque reconociendo que «el problema no viene de un día». En estos pueblos hay solo una captación, de ahí las dificultades para solucionarlo. Albitre indica que en estos pueblos es habitual beber agua del grifo, no se compra en botellas a no ser que alguien tenga problemas de salud. En Maján también tienen problemas desde julio y el alcalde, Carmelo Morales, apunta que es por fallos en la desnitrificadora, una de las primeras instaladas en la provincia, porque habría que cambiar las resinas. En Fuentecantos, con un problema con el agua potable desde hace siete años por nitratos, se ha encontrado una solución con la conexión al depósito de agua de Garray como alternativa a acuíferos contaminados. Esta semana Velamazán se ha unido a la lista.