Bic... o no Bic

S.Almoguera
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La declaración lleva asociado una protección que puede condicionar la realización de mejoras

El Casino ha sido declarado BIC con categoría de Monumento. - Foto: Eugenio Gutiérrez

El Casino Círculo Amistad Numancia, en pleno centro de la capital soriana, ya no podrá ser «ni un bazar chino ni una discoteca», algo que, asegura el presidente de la entidad, Adolfo Sainz, perseguía conscientemente cuando allá por 2013 solicitó para la entidad a la Junta de Castilla y León la distinción como Bien de Interés Cultural (BIC). 175 años después de la creación del Casino en el número 23 de la calle El Collado, «hemos sabido conservarlo. Habrá algún Casino más antiguo, pero que haya permanecido en el mismo edificio, no», insiste Sainz. Con el esfuerzo de sus socios durante generaciones, a lo largo de casi dos siglos las instalaciones de esta institución han ido conservando el estilo y el ambiente decimonónico que, desde el año 1848, se ha respirado en ella. La declaración como BIC a principios de este mes de octubre en la categoría de monumento tendrá como efectos inmediatos la protección del conjunto arquitectónico (entre los que destacan las pinturas de principios del siglo XX de Alejandro del Val sobre la derrota de Numancia del salón Gerardo Diego, entre otros elementos). Para realizar cualquier obra, intervención o mejora, será necesario solicitar permiso a Patrimonio, quien dictaminará si se puede llevar a cabo y con qué prescripciones. 

Lejos de ser una desventaja, al contrario. Al menos para el presidente del Casino. En su opinión, y  en el caso concreto de la entidad sociocultural, es una garantía. «Es lo que queríamos: que no nos dejen hacer nada sin autorización», explica Sainz. De hecho, el proyecto de instalación de placas solares en el tejado (actualmente parado a la búsqueda de financiación para llevarlo a cabo) se someterá a estudio y autorización de Patrimonio en el futuro. 

De hecho, la normativa también afectará a muebles, instalaciones e incluso accesorios de las diferentes salas. 

Y es que el departamento de Patrimonio de la Junta de Castilla y León tiene en todo momento la última palabra en cualquier reforma, obra o acondicionamiento que se practique en edificios o entornos declarados Bien de Interés Cultural. Entornos urbanos como el casco antiguo de la capital soriana cuenta con una normas específicas de protección urbanística fijadas por el Ayuntamiento a las que se deben atener los promotores o constructores a la hora de llevar a cabo reformas o rehabilitaciones de los edificios. 

Asimismo, algo que también afecta indirectamente a otros proyectos no vinculados con la reforma de edificios BIC. Es el caso, por ejemplo, de instalaciones de parques eólicos. La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León en Soria solicitó en su sesion de septiembre un informe de resultados de prospección arqueológica vinculada al proyecto del parque eólico de Torretarrancho, en los términos municipales de Cerbón, Valdeprado y Fuentes de Magaña y precisó que debía valorarse la posible afección indirecta sobre la Iglesia de Cerbón (catalogada como BIC) por lo que solicitaba un fotomontaje del parque con varias visuales desde la iglesia. 

Aunque puede ser una desventaja en algunos casos, para el presidente del Casino tener que atenerse a unos criterios de conservación férreos es un alivio para que en el futuro, declara, el emblemático salón de los espejos no acabe siendo ni un bazar ni una discoteca.