Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Garzón no se va del todo

03/06/2023

El primer ministro comunista en un gobierno de España en los últimos 80 años, Alberto Garzón, no lo ha tenido fácil. Llegó a una cartera en el Ejecutivo por cuota en el reparto que hicieron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el acuerdo de coalición, y le tocó el de Consumo, una responsabilidad que siempre había tenido un estatus inferior. Bajo esas circunstancias todas sus propuestas han sido origen de polémica con la parte socialista del Gobierno como con los sectores económicos afectados por sus decisiones. Y eso que estaban basadas en informes científicos nacionales e internacionales y dirigidas a la protección de los ciudadanos y al fomento de la igualdad. Que el consumo abundante de carnes rojas es perjudicial para la salud lo dirá cualquier médico, lo mismo que confirmarán que el consumo de bebidas azucaradas y otros alimentos con grasas saturadas contribuyen a la obesidad general y sobre todo a la infantil; que la proliferación de casas de apuestas a pie de calle, y la publicidad del juego en internet red promueve la ludopatía es innegable. Al menos los fabricantes de juguetes aceptaron finalmente trabajar junto a Consumo para acabar con el sexismo en los juguetes, para no perpetuar los roles de género.

Alberto Garzón, que ha anunciado que no se presentará a diputado en las elecciones del 23-J, seguirá como coordinador general de IU, con el compromiso de apoyar la iniciativa de la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz, de tal forma que su abandono de la primera línea política es muy matizado. IU es la apuesta estratégica del PCE, y ha estado presente en cualquier movimiento de unidad de la izquierda del PSOE. Por eso lo intentó ante las elecciones de 2015 con Podemos, pero el partido de Pablo Iglesias estaba en la cresta de la ola. En aquellas elecciones el PSOE sacó 90 escaños; Podemos, 69; y con más de 900.000 votos, IU solo obtuvo dos. Para las elecciones de 2019 y tras "el pacto de los botellines" se consumó la unidad en Unidas Podemos... pero ya era tarde. En las segundas elecciones Unidas Podemos logró 3,12 millones de votos y 35 escaños. Es la demostración de que en política uno más uno no suma siempre dos y que no hay que desperdiciar las oportunidades cuando se presentan.

Las elecciones del 28-M han demostrado como la división perjudica a los partidos del mismo espectro político. Unidas Podemos y los cimientos sobre los que se va a levantar Sumar necesitan llegar a un acuerdo, porque una nueva comparecencia en las urnas cada uno por su lado haría inviable cualquier posibilidad de reeditar un gobierno de coalición. Todo depende de la generosidad de unas y otras formaciones, porque "el motor Podemos" ha gripado en muchos territorios y es el causante de que no se puedan repetir los gobiernos actuales. De hecho y ante la falta de autocrítica en la dirección nacional de Podemos ha comenzado un goteo de dimisiones entre los responsables autonómicos. Y sin embargo IU, con buena implantación territorial, ha resistido mejor que los morados y sigue siendo la argamasa territorial de la formación de Yolanda Díaz.

Con unos programas políticos muy similares y con la fecha límite del 9 de junio, el principal problema ahora para los negociadores de Sumar es la colocación de algunos líderes de Podemos, en especial de Irene Montero, sobre quién se debate si suma o resta si va en un puesto relevante de una candidatura.