Adiós covid, adiós

David Alonso
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El fin de la emergencia mundial por el SARS-Cov-2 pone punto y aparte a una pesadilla sanitaria más de tres años que puso contra las cuerdas al mundo y deja el terrorífico balance de casi 19.000 fallecidos y 860.000 contagios en Castilla y León

Adiós covid, adiós - Foto: Ical

Mil ciento noventa y un días. Casi cuarenta meses. O tres años y cuarto. Una nimiedad temporal bajo el prisma de la historia pero una eternidad para una sociedad que vio cómo la repentina aparición de un misterioso virus ponía en jaque todos y cada uno de los pilares de la vida moderna. Pero se acabó. O, al menos, se ha escrito un punto y aparte. El pasado 5 de mayo la Organización Mundial de la Salud decretaba el final de la alarma internacional por el coronavirus y abría la puerta a un nuevo futuro tremendamente marcado por las cicatrices de una pesadilla que convirtió en la más palpable realidad muchos de los argumentos más disparatados de las películas de terror.

Todo el mundo recordará dónde estaba, qué hacía o quién le acompañaba durante aquellos dos eternos meses de confinamiento. Como todo acontecimiento histórico, la línea temporal del siglo XXI tendrá una gran muesca en los libros de texto venideros a principios de marzo del año 2020. La fugacidad del tiempo y la celeridad que empuja a la actual sociedad ha dejado como un vago recuerdo todo lo ocurrido entre 2020 y finales de 2021.  Recuerdos vagos de los eternos cierres hosteleros, provincias y ciudades cerradas a cal y canto, sospechas ante cada estornudo y miradas inquisidoras ante cualquier actitud despreocupada para con la covid-19.

El fin de la emergencia internacional sirve para hacer balance y recordar que detrás de cada número hay un drama personal, familiar o económico. Castilla y León pone punto y aparte a la pandemia de la SARS-Cov-2 con 18.800 fallecidos con síntomas compatibles y más de 860.000 contagios contabilizados. La economía perdió en solo tres meses más de 5.000 millones de euros y dejó para la historia una bajada que romperá todas las estadísticas durante los próximas décadas al anotar una bajada del 18,8 por ciento del PIB entre marzo y junio de 2020. Periodo en el que el número de desempleados se disparó en 23.000 personas. Números y más números con nombres y apellidos marcados por el coronavirus. Todo ello sin entrar al estrangulamiento que produjo sobre una Sanidad Pública sometida y asfixiada por una avalancha que le vino grande desde el primer momento.

Pero todo eso es el pasado.La sociedad se ha levantado, curado las heridas y sacudido el barro para seguir adelante. La declaración de la OMS el pasado viernes proclamando el fin de la emergencia internacional por la pandemia tiene un componente más sentimental que pragmático. Hace ya varios meses que, en la práctica, el coronvirus había desaparecido del foco público, pero la certificación de la OrganizaciónMundial de la Salud nos sirve como recordatorio de todo aquello que un día fue, y que, por suerte, ya no.