La bronca se enquista en las Cortes con duros ataques PSOE-Vox

David Alonso
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Los socialistas acusan al vicepresidente de la Junta de realizar gestos obscenos hacia varias de sus procuradoras durante el pleno que García-Gallardo niega «rotundamente»:«Les llamé llorones»

Francisco Igea y Pablo Fernández (UP) hacen gestos de desaprobación durante la intervención del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. - Foto: Leticia Pérez ICAL

La atmósfera de tensión que envuelve las negociaciones por la investidura de Pedro Sánchez y que Castilla y León arrastra desde hace jornadas terminó ayer de explotar con una sesión plenaria que tuvo mucho de sesión pero muy poco de pleno. Si este martes la amnistía, la condonación de la deuda y los ataques a las sedes del PSOE elevaron los decibelios y torsionaron la actividad parlamentaria, lo vivido ayer en la Cámara regional dejó un reguero de imágenes, frases y descalificativos, entre PSOE y Vox principalmente, pocas veces vistos en sede parlamentaria, que obligaron a suspender durante diez minutos la sesión. Cuando todo hacía presagiar otra sesión con los pactos de Sánchez como elefante en la habitación socialista y un PP y Vox tirando del martillo pilón, todo se torció a los noventa minutos de arrancar el pleno.

Fue en ese momento cuando la bancada socialista, en concreto la procuradora Patricia Gómez, interrumpió desde su butaca la sesión para, fuera de micrófono, avisar al presidente de las Cortes, Carlos Pollán, de que el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, había realizado un gesto «obsceno» en tres ocasiones a las procuradoras del PSOE. «No lo voy a reproducir por respeto a esta Cámara», aseguró Gómez, que denunció «el gesto más indecente que se ha hecho en este Parlamento». En concreto, y siempre según la versión socialista, el número dos de la Junta habría realizado un gesto de «felación».

Un extremo negado «tajantemente» por García-Gallardo, que sostuvo que era un «gesto de llorar» porque los socialistas «son unos llorones». En cualquier caso, este conflicto se ha convertido en la palabra del vicepresidente contra la del PSOE, ya que por el momento no se ha encontrado ningún documento gráfico que avale la acusación socialista, ya que las cámaras del hemiciclo apuntaban en ese momento a la tribuna de oradores.

Momento de la reunión de los portavoces a petición del presidente de las Cortes. Momento de la reunión de los portavoces a petición del presidente de las Cortes. - Foto: Leticia Pérez ICAL

Pero para entonces el hemiciclo ya había entrado en ebullición. A las continuas referencias a la amnistía y la deuda, en especial por los oradores de Vox, se le sumó en ese momento las críticas desde el PSOE o el exprocurador por Ciudadanos, Francisco Igea, que ratificó la versión socialista. «Le hemos visto todos. Es un impresentable».

La sesión amenazaba con descontrolarse por las continúas interrupciones y el tono bronco, por lo que el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, detuvo el pleno y llamó a consultas a los portavoces de los grupos parlamentarios. El Pleno se detuvo en ese momento durante diez minutos para que los portavoces transmitieran a sus grupos las indicaciones del presidente y para intentar calmar los ánimos.

Amenazas de expulsión

Juan García-Gallardo recrea el gesto de ‘llorones’ que, según él, realizó. Juan García-Gallardo recrea el gesto de ‘llorones’ que, según él, realizó.

La reanudación sirvió para que García-Gallardo pidiera el uso de la palabra por alusiones. El vicepresidente negó «rotundamente» haber realizado una simulación de una felación a la bancada socialista, y aseguró que eran «de llorar»: «Son unos llorones», verbalizó mientras reproducía la mueca del puño enjuagando las lágrimas. En este punto indicó que tiene «paciencia» con las «agresiones» que sufre junto a sus compañeros de partido por parte de la oposición. Pasó a la ofensiva el vicepresidente para tachar de «patético» y «ridículo» que el PSOE quiera «tapar la gran traición» que observa en la negociación de la investidura de Pedro Sánchez con «cortinas de humo».

Pollán le instó a concluir su intervención, porque había agotado su tiempo, pero García-Gallardo continuó hablando entre permanentes avisos del presidente de la Cámara, y anunciando que va a estar en todos los actos en la calle «junto al honrado pueblo español frente a su agresión al Estado de derecho». Pollán, compañero de partido del vicepresidente, le llamó dos veces al orden y le advirtió de que le expulsaría del Pleno si llegaba al tercer aviso.

El PSOE exige su cese

Una situación que se vivió a continuación, cuando, invocando el mismo artículo del reglamento de las Cortes, intervino el portavoz socialista Luis Tudanca, que aseguró que el gesto lo han visto tanto los socialistas, como el presidente, los miembros de la Mesa y los miembros del PP «que se han reído de forma cómplice». Este le acusó de haber atacado la dignidad de mujeres, de su grupo y del Parlamento y subrayó que habría sido «más fácil» que García-Gallardo hubiera pedido perdón, a la vez que mantuvo que realizó un «gesto obsceno y machista, y no se puede permitir». «El señor Mañueco tiene que venir aquí a dar la cara y hacerse responsable», concluyó Tudanca, que más tarde, en una rueda de prensa improvisada, exigió a Alfonso Fernández Mañueco que cese a su vicepresidente y «expulse» a Vox del Gobierno de la Comunidad: «Le tiene que parar».