La presión fiscal municipal se sitúa en 630 euros por vecino

SPC
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Los ayuntamientos ingresaron 1.501,3 millones de euros en 2021, procedentes sobre todo del IBI, con lo que recuperaron el nivel prepandemia

Imagen de archivo del servicio de recaudación del Ayuntamiento de Burgos. - Foto: Jesús J. Matías

La presión fiscal de los ayuntamientos de Castilla y León alcanzó los 630 euros por habitante en el año 2021, lo que supone un crecimiento del 5,4 por ciento respecto al ejercicio anterior, es decir, 32 euros más por persona, tras haber descendido el año de la covid por la merma de actividad y las medidas fiscales frente a la pandemia. El dato supera en cinco euros por persona la cifra prepandemia (625); y en una década, la presión fiscal de los municipios sobre los ciudadanos de la Comunidad creció en más de 80 euros por habitante, ya que en el año 2013 se encontraba en los 549.

Los ayuntamientos de Castilla y León recaudaron 1.501,31 millones de euros en 2021, con un aumento del 4,9 por ciento respecto al dato de 2020, y una cifra similar a la de 2019. La Comunidad contaba en el ejercicio de estudio con 2,38 millones de habitantes, con un descenso del 0,5 por ciento respecto a 2020, lo que elevó la presión fiscal (más recaudación entre menos personas). En el año 2019, la población era de 2,39 millones de habitantes y los ingresos tributarios se elevaron a 1.502 millones de euros. mientras que en 2013 se recaudaron 1.384,6 millones con una población que superaba los 2,5 millones de habitantes.

Estos datos recogidos por Ical, aparecen en el último informe sobre las Haciendas Locales en Cifras 2021, publicado recientemente por el departamento que dirigía María Jesús Montero. El informe constata que a pesar del crecimiento, la presión fiscal en Castilla y León se mantuvo por debajo de la media nacional, que alcanzó los 684 euros, con un aumento del seis por ciento (39 euros más que en 2020).

La presión fiscal municipal se sitúa en 630 euros por vecinoLa presión fiscal municipal se sitúa en 630 euros por vecino - Foto: FS ICAL

Directos, indirectos y tasas.

Los ayuntamientos recaudaron en impuestos directos al ciudadano 998,69 millones de euros en el año de análisis, lo que supone un incremento del dos por ciento respecto al dato del año del estallido de la covid. El grueso de los ingresos procedía del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que supuso 707,53 millones, con un avance del 1,3 por ciento; y del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), con 125,49 millones, y un crecimiento del 1,1 por ciento.

El Impuestos sobre Actividades Económicas (IAE) ascendió a 78,64 millones, con un importante aumento del 6,4 por ciento, tras un ejercicio marcado por la declaración del estado de alarma el 14 de marzo de 2020. Además, el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), conocido como la plusvalía, permitió a los municipios recaudar 59.56 millones de euros, un 6,5 por ciento más que el ejercicio anterior. El resto de impuestos directos sumaron 27,45 millones, con un incremento del 3,8 por ciento.

Por lo que se refiere a los tributos indirectos, el principal fue el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que se recuperó de manera importante con crecimiento del 19,6 por ciento, y sumó 51,76 millones de euros. Por el contrario, el IVA bajó un 5,7 por ciento; y el impuesto sobre consumos, un 1,1 por ciento, con 19,54 y siete millones de euros, respectivamente.

Por último, los ingresos por tasas y precios públicos ascendieron a 423,72 millones, y crecieron un 11,1 por ciento en comparación a la cifra de 2020.

Transferencias.

Los ingresos que obtuvieron los municipios por transferencias corrientes siguieron en aumento durante el año 2021, y alcanzaron los 787,86 millones de euros, un seis por ciento más que en 2020, cuando ya se habían elevado un 4,5 por ciento, para compensar la pérdida de ingresos debido a la pandemia sanitaria.

En concreto, cabe destacar el especial esfuerzo que acometió la Junta de Castilla y León, ya que financió a los municipios con 161,32 millones de euros, lo que representa una subida del 9,7 por ciento. Además, destaca también el crecimiento de las partidas corrientes destinadas a estas corporaciones por parte de las diputaciones, que se elevaron un 7,1 por ciento, con más de 67 millones de euros.

Con todo, el grueso de las transferencias siguieron llegando del Estado, con fondos para los municipios de Castilla y León por valor de 550,42 millones de euros, que representaron un incremento del 4,9 por ciento. Las transferencias de ayuntamientos superaron los dos millones y aumentaron un 8,2 por ciento; y el resto de transferencias sumaron 3,9 millones, un siete por ciento más.

En el extremo opuesto, las transferencias del resto de entes locales supusieron 2,87 millones, un 13,3 por ciento menos que en 2020. Las empresas de la entidad local transfirieron 194.000 euros, un 12,5 por ciento por debajo del dato del año anterior.