Soria registra la muerte de una veintena de vacas por la EHE

A.I.P
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En la provincia hay 29 explotaciones en estudio y 3.025 animales desde el mes de agosto

Soria registra la muerte de una veintena de vacas por la EHE - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez

La incidencia de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en la provincia arroja los siguientes resultados: una veintena de vacas muertas y 29 explotaciones en estudio con un censo total investigado de 3.025 animales. Además, hay 88 reses con síntomas compatibles con la EHE. Estos datos distan del impacto de  esta patología vírica infecciosa no contagiosa en provincias como Zamora, donde esta misma semana la Junta ha constatado que la EHE ha provocado el fallecimiento de un millar de vacas y se está realizando el seguimiento de 464 explotacoines con un censo total de 50.878 reses. Hay que tener en cuenta en esta comparación que la cabaña bovina en la provincia zamorana (129.989 animales, según la encuesta de mayo de 2023 publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) es casi seis veces mayor que la soriana (23.467).

«Es un tema recurrente», advierte el jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Soria, José Manuel Ruiz. Alude a las ayudas a los ganaderos de bovino publicadas la semana pasada en el Boletín Oficial de Castilla y León, una convocatoria dotada con 5,73 millones. Consta de dos modalidades, por un lado, ayudas a la limpieza, desfinfección y desintectación de las explotaciones que han declarado la enfermedad ante los servicios oficiales veterinarios (con un censo superior a 50 reses, 500 euros; entre 51 y 100 animales, 750 euros; y más de 100 vacas, 1.000 euros) y, por otro lado, 500 euros por cabeza de ganado bovino que causa baja por esta patología. «Hay un primer pago y en esta provincia hay cinco ganaderos beneficiados», puntualiza.

La EHE se transmite por vectores, a través del mosquito 'Culicoides spp' y afecta tanto a rumiantes domésticos como salvajes. «Con las temperaturas que estamos teniendo debería ir a menos. En el verano hay mucho vacuno que no se ve a diario porque está en zonas de montaña y puede haber habido muertes que no se hayan detectado», sostiene Ruiz.

En este sentido, el responsable del área insiste en que la EHE «no es una zoonosis», es decir, no se transmite al ser humano, aunque sí es una enfermedad de declaración obligatoria. «Esta provincia tiene diez unidades veterinarias. Cuando un ganadero observa que un animal tiene síntomas compatibles con la EHE, se muestrea la explotación, se extrae sangre y se envía al laboratorio para confirmarlo. El primer animal positivo en una unidad veterinaria hace que se declare la existencia de la EHE en esa zona. A partir de ahí, no se sigue muestreando animales, sino que lo ganaderos deben notificar si tienen vacas con síntomas y lo debe ratificar el veterinario de la explotación», apunta.

Este estudio sirve para cumplimentar una estadística de explotaciones, un parte semanal. La Enfermerdad Hemorrágica Epizoótica (EHE) afecta a la productivad del ganadero, que tiene que intentar paliar los síntomas con antibióticos y antiinflamatorios, por lo tanto no tiene que intervenir la administración. «Es una enfermedad existente en gran parte del país», subraya.

La EHE debe sospecharse en ganado bovino con síntomas de fiebre, cojera, erosiones orales o dificultad para deglutir, particularmente al final del verano y el otoño. «Los animales tienen problemas para comer y avanzar. Empiezan a decaer y ahí está el problema», apostilla Ruiz.

mapa. Según la actualización del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de esta semana (22 de noviembre), la EHE está presente en vacas y/o cérvidos en las comarcas de Soria, San Leonardo de Yagüe, San Esteban de Gormaz y Arcos de Jalón. La última zona en incorporarse al mapa de focos de EHE ha sido la sanestebeña (11 de noviembre), mientras que Soria se señaló en el parte del 25 de octubre; San Leonardo, en el del día 11 del mes pasado; y Arcos de Jalón y El Burgo de Osma, el 4 de octubre. Por tanto, hasta esa fecha la provincia estaba oficialmente libre de esta patología.