¿Puede un bar o un restaurante cobrar por el servicio de mesa? Esa es la pregunta que muchos clientes se han hecho al ver incrementado el precio de su tique debido a este cargo, que para los hosteleros «está en desuso» y que las organizaciones de consumidores advierten que puede ser ilegal. 

Aunque cada vez es menos frecuente, algunos locales mantienen todavía la facturación de esta atención a la hora de pagar la cuenta total, una práctica que pone sobre la mesa la duda sobre qué es y si se debe cobrar.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) defiende que, en su opinión, «cobrar por el servicio de mesa o por el cubierto es ilegal, porque está implícito en el propio servicio de hostelería». 

Detallan estos expertos que «cualquier cargo adicional se ha de corresponder con un servicio añadido, no con el servicio principal que el usuario está contratando y en este caso el servicio de mesa, el cubierto o como quieran denominarlo, forma parte de la prestación principal de un establecimiento de hostelería».

Por ello, esta atención «debe formar parte del precio total» y, por ende, «cobrarlo por separado no se ajusta a la normativa de consumo», un hecho por el que la organización califica como «ilegal» su cargo.

La opinión de los hosteleros, en voz del presidente de la asociación Hostelería de España, José Luis Yzuel, es que este cobro es «cada vez menos habitual» y que su aplicación está en desuso.

Yzuel aboga por que, en caso de facturar aparte esta atención, el restaurante o bar lo avise previamente al consumidor a través de la carta para que así este pueda tener un «conocimiento total y transparente» de su tique final.

¿Qué sí y qué no?

La duda sobre qué se puede y qué no cobrar en la hostelería ha llegado también a las redes sociales, donde el perfil de un usuario de Tik Tok dedicado a los consejos sobre derechos (@lawtips) explica en un video qué es «totalmente ilegal cobrar por el servicio de mesa».

En estas imágenes, que acumulan casi dos millones de visualizaciones, el joven explica que «sí se puede cobrar por el pan y aceitunas que ponen al comienzo de la comida, pero siempre y cuando esté incluido en la carta y el consumidor acepte tomarlo». 

La OCU recuerda, a su vez, que «hay conceptos que no pueden cargarse sin señalarlo claramente, como el suplemento por terraza» y que «otros necesitan además del consentimiento expreso del cliente, como el aperitivo o el pan».

Además, «no se pueden cobrar un plus adicional al precio final  por el servicio en terraza, salvo que se indique claramente en la carta» y, añade, «el establecimiento debe facilitar un táper al cliente si este desea llevarse el resto de la comida, pero puede cobrar por él siempre que se advierta».

Ocurre lo mismo con el agua, desde el pasado año, con la entrada en vigor de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, los bares y restaurantes tendrán que ofrecer a los consumidores la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita.

Además, la organización de consumidores apunta a que, como consecuencia de la inflación disparada a raíz de la guerra de Ucrania, el servicio de la hostelería está derivando en «malos hábitos» como rechazar reservas de una sola persona o cobrar aparte la leche o los hielos del café, aun cuando se indique en la carta.

Así, facturar el servicio de mesa o el de cubierto genera en el consumidor, en mayor o menor intensidad, una incertidumbre que les lleva a, cada vez más, demandar claridad a la hora de pagar por los servicios en la hostelería.