Jude evita una crisis

Diego Izco (SPC)
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Los cuatro goles que ha marcado el inglés enmascaran una situación de riesgo para el Real Madrid

El centrocampista británico del Real Madrid Jude Bellingham (c) celebra su gol durante el partido contra el Celta. - Foto: EFE

Cuatro goles en tres partidos para recolectar nueve puntos: el estreno de Jude Bellingham en LaLiga ha sido arrollador. Sin embargo, parte del madridismo mira con recelo las cifras y sospecha de las sensaciones. ¿Y si el inglés, con su sorprendente efectividad, está tapando una crisis? 

1. Lesiones

Dos de los puestos más importantes en el esquema del Real Madrid han sufrido lesiones de gravedad. El 10 de agosto, Thibaut Courtois se rompía el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda; y apenas tres días después, en el estreno del equipo en LaLiga, Militao sufría exactamente la misma lesión y en la misma articulación. Dos piezas fundamentales para las que el Madrid ha tirado de 'piezas' libres en el mercado (Kepa no es Courtois) o de fondo de armario (Rüdiger tendrá que asumir los galones… y Ancelotti cruza los dedos para que Alaba y Nacho estén en forma). Hasta ahora, el Real Madrid ha disputado tres partidos relativamente asequibles: Bilbao (donde ha perdido una sola vez de las últimas 18 visitas), Almería y Vigo. Contando que ahora ha sido Vinícius el que ha caído -bíceps femoral derecho, unas seis semanas de baja-, ¿le alcanzará al Madrid con los goles de Bellingham para ganar duelos más complicados? 

2. El sistema

Aprovechando el momento y la influencia del inglés, más la fortaleza física de Tchouameni y Camavinga, Carlo Ancelotti ha mutado su idea: de un 4/3/3 que parecía innegociable ha pasado a un 4/4/2 que, a priori, es contraproducente para el que ha sido su mejor hombre en las dos últimas campañas: Vinícius. Con un lateral largo (Fran García) y empujado hacia el centro, el brasileño ha perdido influencia en el juego blanco. Estas semanas de baja de 'Vini' permitirán al italiano 'ocultar' ese problema. Pero el día en que Bellingham no marque, la idea de limitar la zona de influencia de uno de los mejores futbolistas del mundo no parece precisamente buena. De momento, la efectividad manda. 

3. Los 'viejos'

En algunos foros madridistas (credibilidad relativa) se ha deslizado que Modric y Kroos están descontentos con su nuevo rol. Para que Bellingham, un 'cinco', pueda irrumpir como 'nueve' esporádico (y mantener ese nivel goleador) necesita mucho respaldo detrás. En esa idea, la vieja guardia no tiene un fácil encaje. El músculo, al menos de inicio, ha ganado la partida a la vieja idea. «La temporada es larga y habrá minutos para todos» es el discurso oficial. Pero el despliegue ofensivo del inglés necesita una red de seguridad defensiva que ni el alemán ni el croata están acostumbrados a dar. 

4. Sin 'nueve'

La dirección deportiva del Real Madrid es consciente de que las críticas a la planificación deportiva (salida de Benzema, llegada de Joselu) llegarán en cuanto fallen los resultados. Cualquier pequeña crisis -la que está evitando Bellingham con sus goles- remitirá inmediatamente a la ausencia de un delantero de prestigio. De hecho, esa crítica de momento sorda se refiere a que, además de Benzema, han salido del equipo atacantes como Asensio, Hazard o Mariano (los cuatro libres) y la apuesta blanca ha sido la cesión de un delantero de 33 años (Joselu), el regreso de Brahim (cedido al Milan) y el futuro de Güler (20 millones), un muchacho de 18 años. Arriesgada, cuando menos, el verano que volvieron a sonar Mbappé, Kane, Osimhen… 

5. Líos arbitrales

Algo no imputable directamente al Real Madrid son los líos arbitrales que han levantado las quejas de sus dos principales competidores (Atlético y Barça) en este arranque de temporada. El 1-1 de Almería llegó en una posición muy dudosa de Jude Bellingham, quien controló con la parte superior del brazo (el colegiado, tras revisar el VAR, interpretó que con el hombro); y los tres puntos de Vigo se lograron porque el árbitro interpretó como falta en ataque un forcejeo entre Kepa y Larsen. Esos recelos -y líos arbitrales- son un arma de ida y vuelta.