Auténtico terremoto en el poder local de Castilla y León. El PP tiñe de azul el mapa municipal, eleva su confianza ciudadana hasta el cuarenta por ciento de los votos tras fagocitar a Ciudadanos y recupera bastiones clave de la izquierda como los ayuntamientos de Burgos, Valladolid o Segovia. Además refuerza su poder el Salamanca, con mayoría absoluta. Vox se erige como el otro gran triunfador de la noche al multiplicar su presencia en los principales consistorios de la Comunidad y convertirse en la llave para abrir varias de estas alcaldías a los populares, emulando el pacto que sostiene la Junta de Castilla y León. Enfrente, el PSOE retrocede en apoyos y, pese a imponerse en votos en cuatro capitales, sucumbe a la aritmética electoral y solo logra retener el poder enLeón y Soria.
Los socialistas, por su parte, se han visto arrastrados por el derrumbe del espectro político a su izquierda, con formaciones como Podemos o Izquierda Unida con escasa representación local. El otro derrotado de la noche es Ciudadanos, que consagra su extinción y desaparece por completo del mapa municipal tras perder el ochenta por ciento de sus concejales. Esta es la resaca que dejan unos comicios locales en Castilla y León que, al igual que ocurrió en el año 2011, podrían anticipar un cambio de tendencia política en España, que se suman a los triunfos del bloque conservador en múltiples ayuntamientos y comunidades de todo el país.
Los resultados emanados de las urnas anticipan gobiernos del Partido Popular en Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid; del PSOE en León y Soria; Por Ávila (XAV) repetirá en la capital y necesitará apoyos; Izquierda Unida mantiene el poder de Zamora; mientras que Palencia es la gran incógnita, con triunfo socialista pero múltiples pactos posibles para acceder a la alcaldía. Por el momento, solo están claras dos capitales, donde las mayorías absolutas del PP en Salamanca y del PSOE en Soria dan carpetazo a los pactos.
PP y Vox dan el vuelco al mapa político y logran 3 capitales - Foto: FS ICALLa pérdida de Valladolid ha sido la más dolorosa en PSOE regional. «Nos ha arrollado la política nacional», reconocía Óscar Puente, candidato a la reelección, y una de las cabezas reclamadas por el PP, que recupera el bastón de mando en la ciudad tras ocho años de gobierno socialista. Realidad que se ha repetido en otras capitales como Segovia, donde tras dos décadas de poder socialista los populares logran hacerse con la ciudad del acueducto. Y también en Burgos, donde a pesar de no ser la lista más votada, el ascenso de Vox servirá a Cristina Ayala para acceder a la Alcaldía tras cuatro años de gobierno del Partido Socialista.
El giro a la derecha vivido este 28 de mayo deja un notable viraje en los contrapesos PP-PSOE en las nueve capitales de provincia. Los populares pasan de una a cuatro alcaldías, mientras los socialistas bajan de cinco a dos, a expensas de lo que ocurra en Palencia. Todo ello después de una jornada electoral en la que el 67,9 por ciento de los casi dos millones de ciudadanos llamados a las urnas en Castilla y León votó en alguna de las 4.683 mesas habilitadas en la Comunidad, donde se abrieron 3.047 colegios de 2.248 municipios. Se trata de una participación menor en 3,17 puntos a la de los anteriores comicios, los de 2019, cuando votó el 71,08 por ciento.
Cuatro de cada diez votos
Más allá de los resultados en las grandes capitales, el Partido Popular ratifica su condición de ganador de la noche al concitar bajo la papeleta popular al cuarenta por ciento y más de medio millón de votos en los 2.248 municipios de Castilla y León. Porcentaje que supone mejorar en cinco puntos los resultados de 2019 y que le sirven para lograr 6.965 concejales en toda la Comunidad. El PP pasa el rodillo electoral y se convierte así en la formación más votada en siete de las nueve provincias. Solo en León y Soria el PSOE aventaja ligeramente a los populares. Vox se sitúa como el tercer partido en Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid.
El Partido Socialista ha visto reducidos los apoyos cosechados durante estas elecciones en un punto, hasta el 31 por ciento, con respecto a los comicios de 2019, que se han traducido en 3.357 concejales para el PSOE. Por detrás, Vox se configura como la tercera fuerza en peso municipal en la Comunidad, con el 7,5 por ciento de los sufragios, mientras que Ciudadanos, que hace cuatro años llegó al 10,4 por ciento de los sufragios ahora apenas supera el dos por ciento. Es también muy destacable el crecimiento de UPL en León, donde duplica sus apoyos (pasa del 7,8 al 14,2 por ciento) y suma 201 concejales. Estos números sirven para que el Partido Popular tenga ya aseguradas 68 mayorías absolutas y 429 relativas en los municipios de Castilla y León. El PSOE hace lo propio, aunque en menor medida, con 51 triunfos absolutos y 169 relativos.
Grandes ciudades
En otras ciudades significativas de la Comunidad, el PSOE podrá seguir gobernando en Ponferrada con once de los 25 concejales en liza y podrá repetir apoyos en Coalición por el Bierzo, con dos ediles. El PP crece y pasa de seis a diez por lo que el escenario queda abierto. El PSOE también gana en Miranda de Ebro, con nueve concejales (dos menos que en la actualidad). PP (7 concejales) y Vox (1) no suman una mayoría suficiente para poner difícil la Alcaldía a Aitana Hernando. En Miranda IU-Podemos logra cuatro concejales, la presencia más fuerte de la Comunidad. Sentir Aranda se hizo con la victoria en la capital de la Ribera del Duero y obtendrá seis concejales por cinco que sentarán el PP y el PSOE. El arco parlamentario lo completa Podemos, con dos ediles, mientras que Vox mantiene sus dos de hace cuatro años.
Una vez superado este 28 de mayo, la siguiente fecha clave marcada en rojo es el 17 de junio, fecha en la que se constituirán las corporaciones municipales y en la que los nuevos regidores tomarán el bastón de mando. Tres semanas que servirán para que los cuarteles generales de cada partido tejan las alianzas y pactos que sirvan para sustentar los consistorios de Castilla y León durante los próximos cuatro años.