BM Ágreda, más guerreras que nunca

S. Recio
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El conjunto dirigido por Juan Carlos Vera ha conseguido entrar de nuevo en fase de ascenso en una difícil temporada

BM Ágreda, más guerreras que nunca

Han pasado ya tres años desde el último título del BM Ágreda Femenino en la Primera Nacional de Aragón. En 2020 el equipo de Juan Carlos Vera tocaba techo con su segundo entorchado consecutivo. Las ya denominadas 'Guerreras del Moncayo' parecían destinadas a dominar la categoría por mucho tiempo, pero no fue así.

La aparición de nuevos y potentes equipos aragoneses, unido a las dificultades de un equipo formado por jugadoras de la Villa de las Tres Culturas, dio de bruces al club con la realidad. «El mérito de poder competir como lo hacemos da más valor a lo conseguido», recuerda Vera. La tónica es la habitual, dificultades para entrenar, aunque ahora con cada vez más integrantes fuera del municipio.

Todo esto hace que la segunda plaza obtenida esta temporada en la liga regular, tenga un significado muy especial para el grupo. «Hemos superado muchas cosas y creo que el balance es muy positivo»,  valora el técnico. Ha sido un recorrido plagado de lesiones, de piedras en el camino, pero en esta ocasión eso ha hecho al BM Ágreda mucho más fuerte.

Guerreras caídas. El inicio de temporada de las agredeñas no fue el que ellas esperaban. No hablamos de resultados, sino de constantes problemas. «A diario apenas contamos con cuatro o cinco jugadoras para entrenar», recuerda Juan Carlos Vera. Adaptadas ya a intentar realizar una sesión completa los viernes a última hora de la tarde, cualquier mínimo detalle puede dar al traste con todo.

Avanzaban las jornadas y  las lesiones aparecían. «No estamos hablando de cosas pequeñas, sino de casos de más de un mes o dos de baja», detalla el técnico. Ester Sevillano o Nayara García eran las primeras en caer, pero lo peor estaba por llegar. Paula Cacho, portera y una de las líderes del vestuario sufría una grave lesión en su rodilla.

Este contratiempo, lejos de acabar con las posibilidades del equipo, las hizo más fuertes. «Es imposible sustituir a Paula», recuerda Vera. «Pero hemos conseguido volver a ser el equipo menos goleado de la categoría, lo hemos logrado a base de unión y esfuerzo, teniendo que adaptar a jugadoras a nuevos roles», cuenta con orgullo.

Teniendo en cuenta que la plantilla dispone actualmente de 12 jugadoras, su transformación ha venido acompañada de un gran sacrificio por parte de todas ellas. Su juego ha evolucionado para minimizar al máximo los problemas físicos y esa reconversión ha dado mucho más resultado de lo que podría esperarse en un principio.

Un muro. En un deporte como el balonmano, acabar una liga regular con una media de 16 goles en contra es una auténtica barbaridad. Las agredeñas han puesto el candado a su portería sin su principal arma bajo palos. «Ya defendíamos bien antes, pero nos hemos comprometido todavía más», recuerda el entrenador.

El mayor cambio ha estado en cómo plantear el ataque. Vera ha reducido el número de posesiones, ha bajado el ritmo de los partidos para evitar desgastes innecesarios. «Antes utilizábamos más el contraataque, transiciones muy rápidas, pero ahora había que hacer algo distinto», manifiesta. De esa forma se han convertido en el equipo menos goleador de todos os que disputarán la fase de ascenso. 

Del 14 al 16 de abril se enfrentarán en Zaragoza a Huesca, Tarazona y Dominicos. Estas últimas han ganado todos sus partidos, pero si alguien les ha planteado dificultades, esas han sido las 'Guerreras del Moncayo'. «Conseguimos perder por la mínima en casa y eso nos da esperanza de poder hacer algo, a un partido todo es posible», cuenta esperanzado.

Sin la presión de ser favoritas y conscientes de ponerse un mono de trabajo que han sabido utilizar por meses, el BM Ágreda tiene todo el derecho del mundo a soñar con conseguir algo que se ha escapado año tras año. El ascenso vuelve a ser una posibilidad.