¿Prevenible?, ¿curable?, ¿crónica?

María Albilla (SPC)
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La lucha contra el cáncer avanza con pasos de gigante en todos los frentes y las tres preguntas anteriores tienen una respuesta afirmativa común. Analizamos los matices

¿Prevenible?, ¿curable?, ¿crónica?

El cáncer es una enfermedad llena de contradicciones. Cada vez se la conoce más, hay más avances en su tratamiento y curación, pero también se diagnostican más casos cada año. De hecho, las últimas cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) apuntan a que este año se cerrará con 280.100 casos. Por suerte, la ciencia avanza y, en la actualidad, se puede decir que esta patología es prevenible, curable y cronificable. Analizamos estos tres aspectos con el doctor Daniel Castellano, jefe de Oncología Genitourinaria del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Castellano asevera que hay muchos tumores que son evitables, como el cáncer de cérvix en la mujer, si hay cuidado en las relaciones sexuales y se opta por las vacunas, que ya están reconocidas como de impacto en la reducción del riesgo de este tipo de tumor y, en España, está dentro de los programas vacunales para niñas de hasta 16 años. Además se empieza a usar también en algún país para los hombres, que son parte de la transmisión de este virus, y reducen el riesgo del cáncer de pene.  «Estos son casos en los que la enfermedad es claramente prevenible», apostilla. Pero luego están los hábitos de vida. «Hay tumores que se asocian a los riesgos derivados de hábitos poco saludables», explica. Aquí es menos demostrable la influencia directa, pero cada vez hay más textos científicos que consolidan esta teoría y corroboran que algún tipo de tumor está asociado a personas con sobrepeso. Un ejemplo sería el de mama. «Reducir la ingesta de azúcares, de grasas, de procesados es clave y, cada vez más, el ejercicio», concluye el oncólogo. Para ahondar en el tema, explica que en el Reino Unido ya se está llevando a cabo un estudio clínico pagado por el propio departamento de Sanidad sobre hacer ejercicio versus no hacerlo para medir luego la prevalencia de enfermedades crónicas, así como el desarrollo de tumores.

El estilo de vida actual le hace flaco favor a nuestro organismo, ya que se está alejando de ese estilo de vida saludable tan necesario para el organismo. El trabajo, el estrés, tomar comidas procesadas, llegar tarde a casa y no descansar, no tener rutinas para hacer ejercicio... son enemigos del bienestar. De ahí, que la previsión de casos vaya a más: se espera que en el ejercicio de 2040 se diagnostiquen 341.000.

«No somos capaces de disminuir la incidencia y estoy seguro de que tiene mucho que ver con esos hábitos poco saludables», agrega el médico del 12 de Octubre.

Por el otro lado, hay una importante mejora en la supervivencia anual gracias a los recursos que se han invertido en esta enfermedad. Pasamos así a la afirmación de que el cáncer se cura.

Cirugía, radio y quimioterapia y un amplio arsenal de medicamentos han sido los tratamientos tradicionales del cáncer. Con ellos se ha podido hacer frente al 60 por ciento de los tumores. Pero la ciencia, a pesar de la habitual falta de inversión, sigue demostrando su poder y abre un camino de esperanza con la nanotecnología, las vacunas y la inmunoterapia. El objetivo: que la curación en 2030 llegue al 70 por ciento de los pacientes.

«Han ido mejorando muchas herramientas, no solo los tratamientos sistémicos, también los invasivos quirúrgicos gracias a la robótica. También se han incorporado nuevas técnicas de radioterapia  y del tratamiento sistémico de la oncología, lo más reciente ha llegado de la mano de la inmunoterapia», detalla este experto.

Esta técnica ha permitido poder tratar un número mayor de pacientes estimulando su propio sistema inmune, reactivándolo contra el tumor, «con resultados sorprendentes tanto en tumores líquidos como el linfoma o la leucemia y en sólidos. Un ejemplo de cáncer que era incurable e intratable como el melanoma, ahora estamos viendo pacientes que han entrado en una fase que entendemos que es de curación», incide Castellano. 

«La inmunoterapia es la gran esperanza en la lucha contra el cáncer. Ha abierto una puerta novedosa para ello», concreta.

Las vacunas, por otro lado, avanzan, pero más lentas. «Poco a poco se está incorporando una contra el cáncer de endometrio con una tecnología muy parecida a la que se usó para las de la COVID-19, el ArN mensajero», avanza el médico.

Fase de metástasis

Cuando las células malignas se expanden por el organismo y llega la temida metástasis la situación es más complicada. Los índices de curación aquí continúan siendo bajos, pero Castellano se muestra  optimista.

Los logros en este aspecto van encaminados a los enfermos en los que remite la enfermedad durante un largo período de tiempo y no hay reactivación del tumor. «Ahí empezamos a hablar de curados y entramos en la otra etapa, que serían los crónicos», avanza.

Castellano marca un impasse aquí para diferenciar entre largo superviviente y paciente crónico. El que ha tenido una buena respuesta al tumor y le ha desaparecido la enfermedad es el llamado largo superviviente. «Luego está el crónico propiamente dicho. Este es el que pasa por incluso dos o tres o cinco fases de tratamiento diferentes que van cronificando esa enfermedad. El paciente genera respuesta, disminuye la enfermedad, pero esta se reproduce. Abordamos entonces con un tratamiento diferente... y continúa viviendo», argumenta. Esto  implica que pacientes que vivían con enfermedad metastásica, por ejemplo, dos años, ahora pueden estar siete, ocho, 10... «Es un cambio muy significativo. Estás ofreciendo muchos años más de vida».

En torno al cáncer hay tanto miedo como esperanza, pero el panorama de futuro es alentador. Para ello hay que continuar trabajando en equipo porque hay muchos colectivos implicados en la mejora. Por eso, aprovechando el Día Mundial contra el Cáncer, Daniel Castellano lanza una triple llamada de atención.

Por un lado, alerta a los ciudadanos y les insta a ejercitar los hábitos de vida saludables «empezando por lo más fácil. El control  del consumo de alcohol, de azúcar y de tabaco», que es tan fácil como efectivo.

El segundo mensaje del médico va dirigido a las sociedades científicas y de pacientes para que se refuerce la educación general en los dos ámbitos: entre los pacientes y para los médicos, de manera que la labor de divulgación tenga un impacto mayor. 

El tercero va directo a los representantes del sistema de salud y al Gobierno, que deben hacer un esfuerzo por invertir recursos en salud y en investigación, ya que es una carencia que no entiende de color político y deja a España siempre en los puestos de cola de la ciencia.