El Numancia no culmina la remontada ante el Illescas (2-3)

EDS
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Una mala primera parte condenaba a los de Javi Moreno que se marchan a vestuarios perdiendo 0-3. Los goles de Bonilla y Lupu no son suficientes para evitar la derrota

El Numancia no culmina la remontada ante el Illescas (2-3)

El Numancia cae en Los Pajaritos por 2-3 ante el Illescas. En una primera parte para olvidar, los rojillos se iban al descanso con tres goles de desventaja. Bonilla y Lupu consiguieron meter a los de Javi Moreno en el partido, pero con media hora por jugar, no pudieron culminar la remontada.

Mala, muy mala, la primera parte del equipo numantino, impreciso con el balón y poco intenso en los momentos que el fútbol exige pierna dura y esfuerzo máxima, tanto a nivel individual como en ayudas al compañero.

 

Todo esto lo aprovechó a la perfección el cuadro de Pablo Nozal, concentrado y dispuesto a penalizar cada error numantino, tanto forzado como no forzado. Cortazar lo puso de manifiesto en el minuto 25 de partido, cuando el jugador manchego finalizó con un buen disparo una buena jugada por dentro del Illescas para hacer el 0-1 en el marcador.

 

No veía las cosas claras el Numancia y su ataque era tan plano como predecible. Aún así Primo tuvo una opción clara para los sorianos, pero no estuvo acertado. Por el contrario, en un libre directo sobre la misma línea del área grande numantina señalado por el colegiado y que además le costó la tarjeta amarilla a De Frutos -y en el descanso el partido ya que fue sustituido-, el Illescas hizo el 0-2. Mingo, con un potente golpeo, mandó el balón a las mallas sin que Kudakovskiy lo impidiera a pesar de que, a priori, fuera el palo que más guardaba el meta numantino.

 

Con la mayoría de la afición rojilla deseando que llegará el descanso para que el cuerpo técnico numantino ofrecerá soluciones a sus jugadores llegó el tercero del Illescas. Sucedió ya en el tiempo añadido y volvió a ser en una pérdida peligrosa en zona peligrosa, con el árbitro de por medio pues el balón le tocó en una de las disputas y con una buena finalización de More mientras media zaga numantina -y la otra también- pedía fuera de juego.

 

Con este panorama se iniciaron los segundos cuarenta y cinco minutos. Una distancia, a priori, insalvable para el cuadro rojillo. Javi Moreno movió el árbol. Dejó a De Frutos e Íñigo Alayeto en la ducha y entraron al campo Cristian y Rubén Sanchidrián. Sin centrales natos a excepción de Nacho Pastor (luego también fue sustituido), Alain Ribeiro ocupó esa posición y Cristian se colocó junto a Moustapha en la medular.

 

El partido, lejos de ganar en control, se volvió todavía más loco y ahí el Numancia, en la ida y vuelta, se metió en el partido. Bonilla, desde los once metros tras un penalti cometido sobre Lupu, hizo el 1-3 en el minuto 54 y demostrar que había mucho partido todavía.

 

En el frenesí de este inicio de la segunda mitad, Lupu consiguió el 2-3 cuando todavía quedaba media hora de partido y el público rojillo se lo empezó a creer. Parecía tiempo suficiente para que el Numancia consiguiera al menos un gol que permitiera la igualada y al menos sumar un punto, pero el equipo numantino fue incapaz de bajar de revoluciones al juego y de dotar la pausa suficiente al partido para manejar el juego y llegar al área rival con más fútbol.

 

La ida y la vuelta presidió el partido hasta el final, con la precipitación consecuente de unos y otros a la hora de la finalización. Pudo llegar el empate, Caballero tuvo una ocasión clarísima para el 3-3 pero su cabezazo se marchó desviado, y también el 2-4, pues el Illescas corría con muchos metros por delante sin apenas oposición en las transiciones. De hecho el colegiado anuló el 2-4 por fuera de juego de Mingo y también Carlos González el 3-3 en un disparo desde la frontal que se marchó fuera del ángulo por muy poco, pero a pesar de los ocho minutos de añadido, el marcador ya no se movió y el Numancia murió en la orilla, castigado por la calamitosa primera mitad, y el Illescas lo celebró a lo grande junto a su animosa afición, que desplazó a casi doscientos aficionados hasta las gradas de Los Pajaritos.