Cáritas atiende a menos familias pero necesitan más ayuda

SPC
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La entidad atendió en 2022 a 65.000 personas en la Comunidad, ligeramente por debajo del año anterior, pero alerta que las familias que antes acudían una o dos veces al año a por ayuda ahora lo hacen en cinco o 6 ocasiones

Una mujer reparte alimentos y bebida de Cáritas con una furgoneta. - Foto: Javier Pozo

Menos familias, pero cada vez más necesitadas. Esta es la radiografía que deja el informe de Cáritas Diocesana relativo al año 2022 en Castilla y León, que evidencia una cronificación de los más vulnerables, que cada vez necesitan más ayuda para poder salir adelante ante los envites de la vida. Las once Cáritas Diocesanas repartidas por todo la Comunidad atendieron el pasado año a 65.000 personas, ligeramente por debajo de las de 2021. Cifras similares al año anterior pero que reflejan una «mayor intensidad» en el acompañamiento a quienes acuden a los recursos sociales de acogida. Todo ello generó un coste superior a los 40 millones de euros para la entidad, que tuvo que incrementar un 12,5% su presupuesto. Una contradicción, la de menos beneficiarios, pero con urgencias más acuciantes, que se vislumbra en el programa de Acogida, centrado en facilitar el acceso a los alimentos básicos, el pago de alquileres y los recibos de suministros de la vivienda. En él, Cáritas pasó de atender a 30.314 personas en 2021 a 27.366 el año pasado. Sin embargo, y pese a la bajada de 3.000 beneficiarios, la organización vinculada a la Iglesia vio cómo el número de atenciones aumentó, ya que las familias que antes acudían a Cáritas una o dos veces al año para solicitar una ayuda puntual en los últimos meses han aumentado a cinco o seis veces, por la crisis inflacionista que pone a los hogares en «serios» problemas.

Realidad que puso sobre la mesa el presidente de Cáritas Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, que apuntó que las familias dedican una parte cada vez mayor de su presupuesto para cubrir los gastos esenciales de vivienda y otros servicios que se convierten en «desafíos» cada vez más difíciles de superar por parte de estos hogares. «Detrás de estos números hay personas y familias que lo están pasando muy mal». También, alertó, según recogió la Agencia Ical, de la «cronificación» de la pobreza entre muchos de sus beneficiarios. «Las situaciones para salir de la exclusión social son lentas por que caer en ella es muy fácil pero abandonarla es muy complicado».

El obispo de Astorga y acompañante de Cáritas Autonómica, Jesús Fernández González, también presente en el acto, subrayó que el aumento «constante» de los precios ha supuesto una presión económica «insostenible» por lo que cada vez más personas acuden a Cáritas a solicitar ayuda ante la imposibilidad de hacer frente a sus gastos cotidianos. En este sentido, recordó las palabras de la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, quien significó que la vivienda se ha convertido en un «pozo sin fondo» para los ingresos de las familias que genera «grietas» en muchas economías domésticas, dificultando la planificación de sus vidas a medio y largo plazo, y limitando oportunidades de crecer, hasta el punto que aboca a muchos hogares a la exclusión.

Más presupuesto

 

Ambos coincidieron en señalar el compromiso de Cáritas de brindar apoyo a quienes más lo necesitan, y señalaron el incremento de un 12,8% el conjunto de su presupuesto de 2022 destinado a la lucha contra la exclusión social en Castilla y León entre sus diferentes programas como Infancia y Adolescencia, Migrantes, Mujer, Mayores, Discapacidad, Sin hogar, Reclusos y exreclusos, Empleo y Economía Solidaria. El aumento de más de 4,5 millones, hasta un total de 40 millones, supone «un esfuerzo financiero» para hacer frente a los desafíos actuales como las consecuencias humanitarias de la guerra de Ucrania y la crisis inflacionaria que cada vez afecta a más familias.