Han pasado dos meses desde que el Balonmano Soria lograse el ascenso a División de Plata. Para el recuerdo queda ya la celebración sobre la cancha de Lanzarote, el recibimiento en el aeropuerto de la afición amarilla o la recepción en el ayuntamiento de Soria.

La historia ahora se escribe con tinta de plata y Jordi Lluelles asume el reto, «afrontamos esta etapa sin miedo», reconoce el entrenador, «respetamos a todos los equipos y sabemos que somos los novatos, pero tenemos que ser ambiciosos». Por ese motivo, nunca utiliza la palabra salvación, «hay que jugar como un equipo ganador y no descartamos entrar entre los cinco primeros en la primera fase para jugar después sin la presión de la permanencia».

Así de contundente es Jordi Lluelles, confiado en que la plantilla formada es la adecuada pero también consciente de que ahora hay mucho trabajo por hacer para adaptarse a una División de Plata que nada tiene que ver con la Primera Nacional.

DUREZA. Para dar la talla en plata se debe subir mucho el nivel, para empezar, la pretemporada será la más exigente que se recuerda en Soria, «estas sesiones son duras», reconoce el técnico amarillo, «pero estoy muy sorprendido con los jugadores, todos ellos han vuelto bien físicamente y además en el peso adecuada». Un regreso que indica que «los jugadores han entendido que hay un salto de categoría y que van a adaptarse a ello».

A día de hoy cuentan con 19 jugadores en la plantilla con cinco fichajes, «lo que hace más sencilla la preparación». Se mantiene el grupo «y es más sencillo asimilar los conceptos e incluso que los nuevos jugadores se adapten con mayor facilidad». Aunque la exigencia para todos ellos aumentará.

Durante este mes y también en el resto de la temporada «hay que cambiar los hábitos día a día con más nivel físico, sacrifico y exigencia». Lluelles busca «aumentar la intensidad y que haya una competencia sana dentro de la plantilla para que todo el mundo trabaje». Y para saber lo que les espera en Plata ha preparado además una pretemporada con partidos contra equipos de Asobal, «saber lo que nos espera y estos días deben ser una dosis de realidad».

NIVEL. Equipos hechos para jugar en Asobal, físicamente demoledores y estrellas del panorama internacional habituales con sus selecciones. A esto se enfrenta esta temporada el BM Soria, «aquí todos los partidos van a ser duros y los detalles marcarán la diferencia en cada encuentro». Saber competir se hace ahora más importante que nunca.

Los amarillos mantendrán su esencia: defensa, correr, contraataque, «no puede ser de otra forma», pero con matices, «desde el primer día vamos a notar que los árbitros permiten mucho más contacto y eso hará que el desgaste sea mayor». Aunque confía plenamente en su plantilla, «es la mejor que podemos tener con nuestras limitaciones económicas».

inicio. La mayor incógnita está en saber cómo iniciarán los amarillos la liga, «pero creo que gracias al playoff ya sabemos lo que nos espera, partidos que se pueden perder en unos pocos minutos y que hay que trabajar durante 60 para ganar». Y en eso la plantilla de Jordi Lluelles ya demostró en Lanzarote que puede dar la talla, «es un gran grupo y estoy seguro que podrá competir con cualquiera».

Por el momento se inicia la pretemporada más ilusionante que se recuerda, lo hace en el 25 aniversario del club, un año en el que el amarillo llegará a algunos pabellones históricos del balonmano nacional. Soria está en el mapa de nuevo gracias al balonmano y ahora toca demostrar que ha venido para quedarse. de la entidad soriana.