Desde hace varios cada último miércoles de marzo se celebra en España, a iniciativa de la unión de Trasplantados de Órganos, el Día Nacional del Trasplante, una fecha que «pretende rendir homenaje tanto al gremio de la salud como a los millones de personas que cada año deciden donar una parte de sí mismos para ayudar a otros a tener una vida un poco más duradera». España puede presumir de haber estado muchos años a la cabeza (ahora está EE.UU.) en uno de los actos más humanos de solidaridad, amor y empatía, con 40 donantes por cada millón de personas, siendo el más habitual el de riñón.
Soria había mantenido las cifras de donaciones en los últimos años, a pesar de la pandemia, con cuatro en 2020 y seis en 2021. Pero el coordinador de Trasplantes del Complejo Hospitalario de Soria, Raúl Sánchez Ariz, confirma que en 2022 fueron tan solo dos. «El año empezó bien porque en los dos primeros meses hubo dos donantes, pero hubo un parón y en el resto del año no se dio ningún otro», apunta el doctor reconociendo que se pensaba ver una tendencia a la recuperación tras la caída evidente por la pandemia. «Hacía muchos años que no nos encontrábamos con estas cifras de dos donantes al año, habíamos aumentado y nos encontrábamos en torno a cuatro y seis», apunta. Igualmente, uno de los dos donantes no pudo hacerlo porque no había receptores compatibles con su grupo sanguíneo.
Sobre las causas, cree que hay suficiente concienciación en la sociedad y «se sigue pensando en ello». Sin embargo, el perfil de donante soriano, podría decirse que «típicamente añoso», fue diana en la pandemia de coronavirus. «Su forma natural de fallecer hubiera sido por problemas que a lo mejor le hubieran puesto a disposición de ser donante de órganos, pero se los acabó llevando el coronavirus y probablemente algunos donantes se perdieron por ahí», añade. Sobre los accidentes y potenciales donaciones, Castilla yLeón el traumatismo craneoencefálico nunca ha sido un origen muy frecuente. Pero en otras provincias, incide Raúl Sánchez Ariz, y a nivel regional también hay oscilaciones como las registradas en Soria. El doctor indica que Castilla yLeón ha perdido la delantera a nivel nacional en cuanto a número de donantes por millón de habitantes, aunque confía en recuperar puestos.
novedades. Según el doctor, hace unos años se está instaurando en el resto de España el modelo de donación en asistolia controlada y está tomando la delantera al método tradicional, aunque zonas como Castilla y León y Soria están más rezagadas». Se trata de pacientes en muerte cerebral pero en una situación de vida límite y con medidas de soporte vital que, una vez se decida su retirada, permitiría la donación de órganos. Otra técnica en auge es «la de pacientes con enfermedades neurodegenerativas -tipo esclerosis lateral amiotrófica (ELA)- que, mientras están vivos y de forma consciente, cuando saben que van a hacer un fracaso respiratorio y no quieren depender de un respirador tiene hablado en ese momento plantear una donación de órganos». A raíz de la aprobación de la eutanasia, «va a ser otro posible foco de donante de órganos» y «es algo que la gente no lo tiene en mente». Por ello, aboga por la concienciación social para estos nuevos supuestos, «no por falta de solidaridad, ni mucho menos, sino quizás por puro desconocimiento».
El doctor lleva unos cuantos años como coordinador de trasplantes. Su función consiste en que cuando hay una persona que se detecta como potencial donante, se le comunica para valorar el caso, estudiando los antecedentes del paciente y las circunstancias. Si es apto para la donación de órganos, el paciente pasa a cargo de cuidados intensivos y se le realiza el seguimiento hasta el fallecimiento. Posteriormente, Raúl Sánchez se comunica con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y les traslada todos los datos para que puedan valorar a su vez qué receptores podrían ser los más apropiados para ese paciente concreto. Si la donación arranca, coordina a todos los equipos de diferentes o del propio hospital.