Margarita Asuar, comisaria de arte y jurista que nació en Extremadura pero que ha vivido en Sevilla y París, ha adquirido recientemente la antigua casa-cuartel de Monteagudo de las Vicarías, donde vivió un tiempo Leonor Izquierdo, para convertirla en un foco cultural que complemente la actividad que se pueda desarrollar en el palacio, que el Ayuntamiento está restaurando. Descubrió Monteagudo «porque estaba buscando un edificio que tuviera encanto, en un pueblo pequeño y con historia» y al descubrir esta casa le encantó, a pesar de su estado, al estar junto a la muralla, el castillo, en medio de la naturaleza, con el embalse que tiene... «Ahora mismo vivo en Francia y, como en España, hay muchos pueblos muy bonitos, pero Monteagudo es más bonito que todos los demás que he visto». Así que compró la casa con la idea de restaurarla y realizar actividad cultural con los artistas a los que representa, ya que es comisaria de arte.

«Esa casa, cuando esté restaurada, puede ser preciosa y atraer además a colegios e institutos para que tengan allí un centro para poder participar en talleres de arte», comenta la experta, que ya ha organizado con éxito este tipo de actividades enfocadas a jóvenes, mujeres o personas con discapacidad... «El arte es un lenguaje universal que llega a todas las personas, hablen el idioma que hablen. Me parece la herramienta adecuada para coeducar y enseñar valores», añade apuntando que es su «pasión». Por ello, quiere poner en valor a artistas de España, en una primera etapa, pero después ampliará a nivel internacional «para que haya un intercambio de conocimiento y de las técnicas que emplean».

colaboración. Lo importante es que Margarita Asuar encontró en Monteagudo el apoyo del Ayuntamiento y de los vecinos a su proyecto, «he tenido una acogida estupenda». Además, sus colecciones se expondrán en el palacio, como la de la Agenda 2030 que ya se ha mostrado en la Cumbre del Clima de Madrid de 2019, Vélez Málaga, Valladolid o Zaragoza. Además, cuenta con otra de grabados de artistas españoles (Rafael Canogar, JuanGenovés, Agustín Ibarrola, Eduardo Arroyo...) de la segunda mitad del siglo XX que todavía no se ha expuesto en ningún sitio y que ahora se va a complementar con artistas actuales. El uso en el arte de técnicas y materiales no tóxicos enlaza con la filosofía de la Agenda 2030, apunta la experta. «La obra gráfica sesiable tiene un gran valor para coleccionar y ayudar a los artistas», apunta Margarita Asuar insistiendo que el de Monteagudo será un centro que atraiga a artistas y que genere un  movimiento en el pueblo para que las casas rurales y restaurantes reciban visitantes. Aunque la compra la ha realizado a nivel particular, la actividad estará ligada a la asociación Armazón y a su exposición.

La restauración se realizará en cuanto puedan porque el proyecto técnico ya está hecho, pero a la vez se trabaja en darle contenido al proyecto, a la espera de que el edificio esté listo. «Queremos conservar todo lo que se pueda y utilizar materiales sostenibles y materiales de la zona, los mismos que estaban en la casa», por lo que se van a conservar elementos del interior como la escalera para que se vea como era realmente. La casa tiene tres plantas y «está bastante mal por dentro» porque tiene muchas grietas y problemas estructurales, pero los arquitectos Pedro y Víctor Asuar, su hermano y su primo, ya lo tienen previsto, porque están especializados en rehabilitación.