Los incendios forestales han quemado solo 450 hectáreas de superficie arbolada en lo que va de año en Castilla y León, un 92 por ciento menos que la media del último decenio, que alcanza las 5.679 hectáreas. Si se tiene en cuenta todo tipo de superficie forestal, tanto arbolada como no arbolada, actualmente se anotan 2.693 hectáreas, cuando la media llega a las 15.482, es decir, un 83 por ciento menos.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras la vuelta de vacaciones y la celebración del primer Consejo de Gobierno del curso actual, aseguró que «estamos avanzando ya agosto, más de la mitad, pero hay que mantener la prudencia, sin triunfalismo, porque todo puede cambiar en cualquier momento, y en Castilla y León lo sabemos bien». El titular de la Consejería expuso que desde el 1 de enero se han contabilizado 796 incendios forestales (en torno a un 25 por ciento por debajo de la media de los últimos diez años), a los que se suman otras 393 intervenciones en superficie agrícola y periurbana.
Además, subrayó la «importante de la cifra de conatos», es decir, los incendios menores a una hectárea, que miden el rendimiento y eficacia del operativo. En lo que va de año, un 82 por ciento de los fuegos se han extinguido antes de alcanzar esa superficie, 15 puntos por encima de la media de los últimos diez años.
Aparte de actuar en Castilla y León, el operativo regional de extinción de incendios ha intervenido en 21 ocasiones fuera de la Comunidad: ocho en Cantabria, cuatro en Extremadura, dos en Galicia, una en Castilla-La Mancha y Madrid, en cada caso, y cinco en Portugal, especialmente en el de Argozelo, en la frontera con Aliste (Zamora), que se controló a un kilómetro de la raya zamorana. Además, señaló que en 2023 se han declarado cinco alertas de Infocal, con numerosos avisos internos.
El consejero recordó que este año se afronta ya la cuarta ola de calor «pero no tiene nada que ver con la intensidad y los incendios del año pasado, con vientos de 70 u 80 kilómetros por hora y la sequedad de materia leñosa, mucho más rápida en su propagación». «Si las circunstancias fueran las mismas estaríamos con problemas importantes», comentó, para recordar que el operativo de este año está «reforzado», tras el acuerdo surgido en el Diálogo Social, cuyos compromisos incluso «se están superando para estos años», con una inversión de 143 millones de euros, cuando el pacto señalaba 21 millones más que el pasado año.
Alerta máxima.
Suárez-Quiñones, que mostró su solidaridad con Tenerife por el incendio que arrasa la isla estos días, para el que deseó su «pronta estabilización, inmediato control y que acabe sin daños personales», recordó que ayer mismo el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó la situación de alerta hasta mañana, miércoles, a raíz de las previsiones de Aemet por altas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, según informa Ical.
Esta situación eleva el riesgo de «fuegos de carácter convectivo, que podrían convertirse en grandes incendios». De ahí que enumeró algunas de las restricciones que conlleva el fuego, como la limitación de barbacoas, incluidas las autorizadas, pirotecnia o vehículos de trabajo en el monte que no sean de emergencias. «Estamos con mucho verano por delante, con un avance en sequedad vegetal porque no llueve. El riesgo se eleva. Por eso, recomendamos la máxima sensibilidad a la ciudadanía por el compromiso de todos», concluyó su intervención.