Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


Lo útil y todo lo demás

03/06/2023

Se ha quedado una buena tarde para hablar de varios temas,  como de las lluvias tardías, los pre sanjuanes o la inteligencia artificial… pero hay un elefante en la habitación que no puedo obviar: la resaca electoral de las municipales que se han convertido, al parecer, en plebiscito sobre quién queremos que nos gobierne en el país. Lo mismo que hay un hombre en España que lo hace todo, hay semanas informativas que no dan respiro. Confieso que mi curiosidad periodística me puede y yo estoy encantada con que 'pasen cosas' de este calibre. También entiendo a mis compañeros/as de primera línea y el hartazgo que deben tener con el encadenamiento de campañas, bien representado por la reacción viral de Ángels Barceló cuando escuchó que el adelanto electoral sería al 23 de julio; pero unas elecciones siempre agitan el panorama, sobre todo porque aquellos que pasan en letargo la práctica totalidad de la legislatura andan alterados. 
A estas alturas de semana, ignoro si se habrá dilucidado ya quién gobernará la Diputación Provincial. En cualquier caso, me parece inexplicable a todas luces que a estas alturas de siglo, en la era digital y de la inteligencia artificial, pasen días sin saber el resultado de una votación y el criterio de reparto de los diputados/as no esté meridianamente claro. Al margen de esta cuestión, que no es baladí, Soria sigue siendo el lugar que va a la contra del resto. Si la marea azul se instaló en la mayoría de comunidades y ciudades de España tras el 28-M, el PSOE volvía a hacerse con la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Soria, aumentó su ventaja en Almazán y superó en votos al PP de Pardo en El Burgo de Osma. En los dos primeros casos, muchos de los y las votantes se decantaron por la gestión, esa que el Partido Popular siempre esgrime en sus campañas, pero luego no siempre puede defender. A Carlos Martínez se le pueden achacar muchas cosas, pero falta de pelea por intentar cambiar esta ciudad, no, y trabajo, tampoco. Y eso lo saben muchos votantes, hasta del PP. Precisamente por ese empeño se han logrado proyectos y fondos europeos ambiciosos; una gestión avalada por unos votos que le han otorgado la cuarta mayoría absoluta y le aseguran dos décadas al frente del Consistorio soriano. Otro tanto ha ocurrido en Almazán, una villa que ha cambiado a mejor desde la llegada de Cedazo, a mi juicio y, al parecer, al de muchos vecinos y vecinas adnamantinos, que han vuelto a respaldarle y no han optado por la propuesta de un conocido empresario recién aterrizado en la política. En El Burgo de Osma saltaba también la sorpresa, con una mayoría del PSOE que, sin embargo, tendrá difícil gobernar si finalmente PP y Vox se alían. En este caso, quizá hayan influido las intrigas palaciegas bastante esperpénticas en las que se vio implicado el Ayuntamiento de El Burgo con la Diputación de por medio, o viceversa. Que al pueblo le gusta el vodevil, pero también se cansa. 
Mi conclusión es que en la municipales de Soria se vota de manera útil, pensando en quién es capaz de hacer más por su pueblo (incluida la capital), por encima de las siglas, lo que me parece un gran ejercicio democrático. Otro cantar son las Elecciones Generales. Aquí, el tema se enfanga, el ruido mediático impide ver con claridad y la utilidad se pierde en otras cuestiones mucho más peregrinas, relacionadas con lo emocional y las dos Españas. Los proyectos de país se pierden en la niebla. Veremos.