En aquellos, ya remotos años 80 y 90 del pasado siglo, Soria iba a contrapelo, o contracorriente, como quieran llamarlo, respecto a la tendencia política general del país. Soria, junto con Castilla y León eran granero de votos para los conservadores en los tiempos de las grandes inversiones de los gobiernos socialistas de González. La superioridad en Soria era abrumadora. A esta fecha con siniestro total en las filas de la izquierda, Soria mantiene la alcaldía de la capital y sigue siendo la fuerza más votada en la provincia, aunque al cierre de este artículo parece que la Diputación se la lleva el PP.
El remate del contrapelo va a llegar antes de lo previsto. A finales de julio tenemos Elecciones Generales que llevarán, salvo imprevisibles milagros de última hora, a Núñez Feijoo a la Moncloa. Será, sin duda, mucho más difícil abrir puertas y recemos porque algunos proyectos que patrocinaba la administración central no se desplomen. Veremos.
En las filas populares cunde la euforia, si bien deberían atemperarla un poco, porque la ola de éxitos no ha llegado, ni mucho menos, como en el resto del país. Quedarse con siete concejales en la capital es poca renta teniendo en cuenta la desaparición de Ciudadanos. En Almazán, pese a la integración de la PPSO, Jesús Cedazo ha arrasado y en El Burgo de Osma el PSOE ha sido, por primera vez, la fuerza más votada. Pardo debería computar la suma de votos PPSO PP, que eran siete en la anterior legislatura, frente a los cuatro de los socialistas, pero se ha quedado en seis, con el añadido de que, hace cuatro años la Villa Episcopal elegía a once concejales y tras recuperar los cinco mil habitantes ha vuelto a los trece. ¿Tendrá algo que ver la lucha fratricida en el seno popular entre Antonio Pardo y Miguel Cobo? No les quepa duda de que algo, o mucho de eso, ha podido pasar.
Lo que tenemos ahora a la vista es un nuevo escenario y una expectativa electoral para la que los partidos tienen que mover el culo con rapidez para resolver la elaboración de listas. En esta ocasión está claro y anunciado que ¡Soria Ya! entrará en la convocatoria y la pregunta obvia, ante la escalada del PP, es qué hará el PSOE para no quedarse sin representación en el Congreso de los Diputados. Sólo tenemos dos escaños y uno podría ser para Soria Ya. El restante se lo rifan el PP y el PSOE y puede depender mucho del candidato. ¿Forzarán los de Sánchez el sacrificio de Carlos Martínez? Creo que lo intentarán, aunque el exitoso edil soriano no es 'sanchista' y es  muy probable que rechazara la propuesta. No puede, decepcionar a quienes  han renovado su apoyo durante tanto tiempo. Pronto tendremos noticias.