Hace unos días recibí una llamada del Centro de Investigaciones Sociológicas para solicitar mi opinión en relación a temas políticos e ideológicos de cara a los comicios regionales del próximo 13 de febrero. La cosa se puso complicada cuando me pidieron que posicionara a Soria ¡Ya! ideológicamente: de izquierdas o de derechas. Sinceramente, no supe qué responder y tomé la calle del medio, le ubiqué justo en el centro. Pero la cosa me dio qué pensar. Y es que acabé la encuesta con la sensación de que, hoy en día, es necesario ponerle etiquetas a todo.  
Soria ¡Ya! pretende, ni más ni menos, una sociedad más justa, más igualitaria, donde no existan discriminaciones de ningún tipo ni por ningún motivo, concretando su acción sobre las provocadas por la distribución territorial y poblacional. Esta plataforma ciudadana, creada hace ya más de 20 años, se resistía a dar el paso hacia la política institucional, imagino que, entre otras cosas, para evitar este tipo de encasillamiento. Y es que no todo es blanco o negro, menos aun cuando la situación requiere de medidas urgentes, como es el caso de nuestra provincia. No lo sé a ciencia cierta, pero me da que a esta entidad lo que menos le interesa es posicionarse ideológicamente, porque precisamente en ese posicionamiento se pierden los objetivos que alentaron su surgimiento. Un grupo de ciudadanos y ciudadanas, hastiados por un constante y persistente olvido institucional, se unió allá por 2001 para reivindicar los derechos legítimos de nuestro territorio. Finalmente, alentados por el éxito de su paralela Teruel Existe, ha considerado que había llegado el momento de posicionarse como candidato político. Sin embargo, entiendo que el menor de sus intereses es labrar una larga y fructífera carrera en el ámbito gubernamental, siendo la principal de sus metas conseguir el verdadero y necesario cambio que tantos años llevan reivindicando. Decía George Steiner que «lo que no se nombra, no existe». Podría ser este un buen mantra para ejemplificar el reciente paso de Soria ¡Ya!. Y es que, en la sociedad actual parece que solo se nos otorga credibilidad desde las esferas de los poderosos, y que la lucha popular ha dejado de detentar el poder para cambiar el mundo, que tantos logros conquistó en el siglo pasado. O también podemos interpretarlo como una adaptación a los nuevos tiempos, ya saben, aquello de renovarse o morir. Sea como sea, surge de una proclama de la ciudadanía soriana, que desde hace tiempo les requería dar un paso más, considerando que esta era la evolución natural para lograr esa necesaria visibilización.
Yo no tengo clara la ideología de Soria ¡Ya!; de hecho, en honor a la verdad, no le he dedicado todavía el tiempo ni la atención necesaria a su programa electoral, presentado el pasado martes. Pero la verdad es que, como en su día lo hizo la plataforma ciudadana, la representación política cuenta con todo mi apoyo y mi credibilidad, ya que no creo que haya otras propuestas más ajustadas a las necesidades de la provincia. Esta organización lleva más de dos décadas luchando por y para los sorianos, con las ideas claras y objetivos meridianos. Más de 20 años dedicados a que la provincia logre reducir la desigualdad territorial y la despoblación; por ello, y por todas las batallas ganadas, contarán con mi apoyo en los próximos comicios.