Lo llaman salto generacional, pero en ocasiones no es otra cosa más que incomprensión o falta de interés. Y es que, si históricamente ha sido complicado que jóvenes y mayores coetáneos de cualquier tiempo se entendieran, parece que en la actualidad lo es aún más. Desde luego, en este escenario, las TIC (o como se conoce en el mundo de la educomunicación, las TRIC, donde esa R se traduce en 'relación', explicando así como la tecnología no solo facilita nuevos modelos de información y comunicación, sino que también ha reinventado nuestra manera de socializar) no facilitan las cosas. El binomio nativo- inmigrante digital conviviendo en un mismo lugar y en un mismo momento resulta complicado, pero nos toca a la generación mayor ampliar nuestros horizontes y comprender nuevas formas de vida.
En concreto, hoy vamos a hablar sobre una de las grandes críticas que se vuelcan sobre la generación Z: su hábito lector. Y es que, si de algo se acusa a las y los adolescentes de hoy en día, es de leer menos y escribir peor. Sin embargo… ¿es posible que no hayamos comprendido que, como otros tantos aspectos, este también se ha transformado? Para desmontar esta creencia, podemos focalizar nuestra atención en una red social que, aunque en mi caso acabo de descubrir, cuento con una dilatada experiencia -en parámetros digitales-, ya que fue creada en 2006. Esta es:'Wattpad', cuyo eje central es la literatura y que, según reza su página web, «conecta una comunidad global de 90 millones de lectores y escritores a través del poder de las historias».
Quizás es el concepto de «leer» el que debemos actualizar: hoy en día no todo son libros y prensa, existen una gran variedad de fuentes de lectura, al igual que un mayor número de lenguajes. Por ejemplo: la narrativa ilustrada (el comic de toda la vida), que ha renacido recientemente para quedarse, y que en la actualidad es un recurso cada vez más importante y común gracias al que, no solo se comparte ficción, sino que también es un canal recurrente de concienciación social. 
Y, ya que estamos redefiniendo los parámetros de la literatura clásica, revisemos también el de autor. Mi amiga Camino me descubría hace unos días una experiencia de lectura colaborativa, de la mano de Enrique Dans, cuyo libro Todo va a cambiar cuenta con una edición social, es decir, una versión digital en la que los lectores pueden hacerlo suyo total o parcialmente: incluyendo enlaces, o pudiendo seleccionar fragmentos concretos para comentar en las principales redes sociales. Lo colectivo, lo colaborativo, es uno de los signos de referencia de las nuevas generaciones, a pesar de que nosotros, desde nuestra perspectiva algo alejada del uso óptimo de las tecnologías, no comprendamos, tendiendo a creer que la juventud actual está más aislada que nunca. No obstante, la realidad es que Internet lleva varias décadas ofreciéndonos nuevos paradigmas, conectándonos como no lo habíamos estado antes y dándonos la oportunidad de enriquecernos los unos de los otros. Gracias a ello, Wattpad ha albergado, alberga y seguirá albergando grandes joyas literarias que todavía serán tildadas como "pérdidas de tiempo" por aquellos que no se esfuerzan por comprender. El ser humano, a lo largo de toda su historia, ha sido un habido consumidor de fábulas y leyendas. Y así lo es y seguirá siendo, a pesar de que el formato se haya transformado y adaptado a los nuevos tiempos.