Jesús Bachiller

Jesús Bachiller


Presentarse a las elecciones para ser necesario

24/06/2023

La influencia que han ejercido los partidos nacionalistas en la gobernabilidad de este país a cambio de concesiones de distinto tipo ha alimentado la idea de que los partidos regionales y locales pueden conseguir un trato distinto del gobierno hacia los territorios que intentan representar. La conciencia de que muchos espacios reciben un trato discriminatorio ha arraigado en ciertas capas de la sociedad y ha sustentado la decisión de muchas plataformas locales de presentarse a las elecciones generales. La presencia de estas plataformas y el número de escaños que hay en juego en las provincias afectadas -92 en total- han generado una competencia electoral a los partidos de ámbito nacional, que ha provocado un cierto cambio de estrategia en las políticas territoriales. Sirva como ejemplo la creación de un Ministerio específico, con distintos programas y una política de descentralización administrativa. No es casualidad que Núñez Feijóo decidiera ir a la constitución del ayuntamiento de un pueblo de Teruel, prometiendo inversiones en la España vaciada. El debate es interesante y debería abrirse puesto que no solo somos el país con mayores desigualdades territoriales de Europa, sino que mantenemos serias carencias de conocimiento y ordenación de su territorio.
Hemos hablado en otras ocasiones del proceso de federalización del Congreso de los Diputados. Aumenta el número de partidos regionales o locales representados y también su número de diputados. El éxito de Teruel Existe en las elecciones generales, el de Soria Ya en las de Castilla y León, y algunos triunfos parciales en las Locales y Autonómicas pasadas animan a estas plataformas a presentar una oferta electoral en las próximas Generales del 23 de julio. Pero estas elecciones vienen llenas de incertidumbres, con muchos elementos novedosos, de respuestas imprevisibles, que afectarán sin duda al tablero político. Una vez malogrados los intentos de sorpaso a los partidos tradicionales, con las consecuencias ya conocidas, asistimos a una enorme polarización política, que no se sabe cómo afectará al voto de estas plataformas locales. También es una incógnita la capacidad de movilización que tendrá Sumar, después del acuerdo in extremis con Podemos, aunque dejando heridas abiertas. Sumar no deja de ser una plataforma convertida en formación política, que engloba a un conglomerado de partidos, 15 en total, de los cuales 10 al menos representan intereses regionales concretos. Tampoco es fácil prever el alcance del voto útil. Unas elecciones ajustadas, por otra parte, pueden facilitar la posibilidad de hacerse determinantes. 
El proyecto político de la España Vaciada y algunas de sus marcas aspiran a hacerse un hueco en la política española. Son muchos los interrogantes para definir los criterios de selección de espacios tan heterogéneos y muchas las dificultades para consensuar un programa conjunto. Más allá de las singularidades de cada provincia, de las diferentes necesidades o del victimismo que haya detrás su principal opción sería unirse bajo el paraguas de una nueva política de ordenación del territorio, con el objetivo de lograr un grupo político propio en el Congreso. Una política más justa y sostenible, que tuviera más en cuenta los territorios y las sociedades que habitan en ellos.
Los partidos de ámbito nacional deberían incluir esta perspectiva en sus programas, no por motivos electoralistas sino por pura convicción de que no podemos consolidar un Estado con tantas disparidades, en el que conviven los problemas de colapso en algunas ciudades con el vacío fúnebre en vastos territorios. Deberían tomar conciencia de que, aunque los problemas de la España vaciada son muy complejos, el apoyo del estado es fundamental para suplir la falta de iniciativa local. El PSOE ha iniciado un camino poniendo en marcha una política comprometida con el reto demográfico. De hecho, en estas elecciones están en juego algunos proyectos importantes que, en lo que atañe a Soria, puede significar la ejecución de tres proyectos, ya conocidos, y la creación de más de 100 puestos de trabajo. Sería un gran avance que el debate territorial estuviera presente en la agenda política.