Periodista, jubilada y de izquierdas; me gustan la zarzuela y la caza -en un buen estofado- y, desde pequeña, he ido a los toros -¡abajo los estereotipos!-. Creo que las mujeres debemos tener los mismos derechos que los hombres -ni más, ni menos-; por eso, soy feminista. Y me declaro republicana porque pienso que España se merece elegir a su Jefa o Jefe del Estado. Soy española, voy a votar el 23 de julio y lo mismo harán personas monárquicas, de derechas, antitaurinas o vegetarianas. Así que esto no va de elegir entre «sanchismo o España» porque tan español es Sánchez como Feijóo, el patrocinador de esta consigna tan aberrante. Ellos y otros muchos políticos que se presentan a estos comicios; todos son igual de españoles. 
Otra falacia de esta campaña es acusar al contrario de pactar con ETA sabiendo que la banda terrorista cesó su actividad en 2011 y se autodisolvió en 2018. Y teniendo en cuenta que los mismos que acusan ahora se sentaron a negociar con los etarras dieciocho meses después del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Me refiero al gobierno de José María Aznar en 1998 que siguió intentando llegar a un acuerdo con ETA para que dejara las armas en 1999, en Zurich. Por desgracia, no lo consiguió pero esto es parte de la Historia de España.
Y, para colmo, las mentiras y el empecinamiento en mantenerlas. Los gobiernos del PP no han subido las pensiones en la misma medida que suben los precios. Se quedaron por debajo en 2012, 2013 y 2017. Esa subida es obra del gobierno actual que, además, sacó adelante una ley para que esto sea así siempre. El PP votó en contra de esa ley como sabe muy bien un diputado soriano, Tomás Cabezón, que fue el encargado de defender el «no» de los populares en el Congreso; 30 de septiembre de 2021.También forma parte de la Historia de España. Menos mal que quedan periodistas honestas para recordarlo como Silvia Intxaurrondo, ante Feijóo, en La Hora de La 1.