Carmen Hernández

Carmen Hernández

Periodista


Ikurrinan Atzean

27/04/2024

He leído en las encuestas que el 22% de los vascos se declara a favor de la independencia de Euskadi pero sólo el 1,1 la considera una prioridad. Son las tasas más bajas de la última década y sorprenden porque los resultados electorales de las autonómicas dan una victoria histórica y contundente a los dos partidos nacionalistas que, además, han empatado a escaños: 54 entre PNV y EH Bildu frente a los 21 que reúnen las  formaciones españolistas: PSOE,PP, SUMAR y VOX. Pero, si se piensa dos veces, no es tan raro; el PNV ha tenido, siempre, una postura ambigua con respecto a la separación de España; figuraba en su programa electoral, sí, pero como una aspiración a largo plazo, casi como una quimera. A veces, servía como elemento de presión en las negociaciones con el gobierno de Madrid. Excepto en 2005, cuando el lendakari Ibarretxe defendió, en el Congreso, un plan de reforma del Estatuto de Autonomía que recogía el derecho a la autodeterminación. Se acordarán de Ibarretxe porque se parecía mucho a Mr. Spock, el personaje de 'Star Trek' y, aquel año, apareció mucho en la prensa nacional con su plan debajo del brazo hasta su derrota parlamentaria por 313 votos en contra, 29 a favor y dos abstenciones. Ni a él ni a nadie se le ocurrió, entonces, montar un procés, un referéndum ilegal ni nada por el estilo y el texto de Ibarretxe, convertido en ponencia por el lendakari Urkullu en 2013, duerme el sueño de los justos en algún archivador de Sabin Etxea. Y es que, en Euskadi, ya no es lo mismo independentismo y nacionalismo ni siquiera para EH-Bildu que defiende la autodeterminación pero prioriza los temas sociales para desarrollarse como fuerza de izquierdas. El crecimiento de esta formación, a pesar de las críticas de todos por no llamar a ETA «banda terrorista», demuestra que, con esfuerzo, sudor y lágrimas, los vascos han pasado página. No seamos los demás más papistas que el Papa.

• Ikurrinan Atzean (Detrás de la Ikurriña)