Un periodista de dos épocas

SPC
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Maestro de periodistas con la energía de un recién llegado, empezó a ejercer en los últimos años del franquismo y encaró con liderazgo la digitalización de los medios, sin dejar de predicar con un intenso activismo en defensa de su profesión

Aurelio Martín, acompañado por los periodistas Felipe Sahagún (i) y Miguel Ángel López, recoge el Premio Cirilo de Honor en la gala celebrada el 19 de mayo en Segovia. - Foto: Ical

Al periodista segoviano Aurelio Martín González, fallecido al filo de la medianoche del jueves al viernes 16 de junio, con 67 años de edad, la inspiración le pilló trabajando porque la vida siempre le pilló trabajando al pie de la noticia. Un activista incansable de la profesión, maestro de periodistas con la energía de un recién llegado.

«El periodismo consiste en una cosa muy importante y muy básica, ir a los sitios y contarlo. Defender esto parece algo básico, pero no lo es. El buen periodismo es el antídoto contra la desinformación y la manipulación. Sólo podemos pedir, pedimos y además se cumple por los buenos profesionales, que se contrasten las fuentes, que se vaya a los sitios a informar, y qué menos se puede pedir, que las empresas periodísticas les paguen con dignidad». Ciertamente no descubrió nada con estas palabras que dedicaba a un auditorio entregado en la última gala del Premio de Periodismo Cirilo Rodríguez, el más prestigioso de su categoría (corresponsales y enviados especiales de medios españoles en el extranjero), del que fue coordinador desde sus primeras ediciones y del que en esta trigésimo octava, la noche del 19 de mayo, recibió el Cirilo de Honor por ser su «alma». No descubriría nada con esas aparentemente «sencillas» palabras pero, en su eterna defensa de la profesión periodística, nunca dejó de predicarlas con el ejemplo de los hechos, que es donde reside la dificultad, ejerciendo con la madurez de sus más de 40 años de carrera profesional y sin perder la ilusión de un becario. Orgullo, raza y admirable humildad a la hora de tomar la iniciativa de remangarse y asumir tareas de novato hasta en la misma víspera de una jubilación, el pasado 24 de febrero, que nunca fue real en la práctica porque, de un modo u otro, nunca dejó de trabajar.

Un periodista de dos épocas que comenzó a ejercer en los últimos años del franquismo, primero como reportero gráfico y luego como redactor, o ya en la madurez profesional, al frente de diversos medios; y que participó con liderazgo en el proceso de digitalización del sector. «He conocido la Transición, la democracia, el terrorismo, las crisis... Todo en un tiempo en el que se ha producido el desarrollo de los medios de comunicación, sobre todo tecnológico. Del plomo al sistema digital hemos vivido una transformación impresionante. Buena en algunos aspectos y no tan buena en otros, como la rentabilidad de los medios», relataba hace apenas mes y medio.

Entregado a la profesión

Durante más de una década ha desempeñado su labor en la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), de la que era vicepresidente, en áreas como las de Formación y Transformación Digital, y participó en diversos trabajos sobre desinformación y alfabetización mediática. En los últimos tiempos se ocupó de ayudar a conseguir que licenciados y graduados en Periodismo pudieran dar clases de Lengua y Literatura Española en Secundaria. También formaba parte del Consejo Asesor de Radio Televisión Española (RTVE) y trabajó en las enmiendas a la Ley de la Información Clasificada y el desarrollo de la ley del secreto profesional del periodismo, o de la formación y la transformación digital. 

Antes, a lo largo de más de cuatro décadas de intenso activismo periodístico, dejó huella en prensa local, nacional e internacional.Enamorado de su profesión y de su tierra, contando Segovia al mundo con especial dedicación a la cultura y el patrimonio histórico, sin olvidar el patrimonio natural o incluso los deportes, desde El País y la Agencia EFE, así como El Adelantado, o en su última etapa, como director editorial del Grupo Promecal en Segovia, que edita el periódico El Día de Segovia y gestiona el centro territorial de CyLTV y La 8 Segovia. Un periodista de dos épocas y multimedia desde antes de que existiera tal palabra; un todoterreno.

Trabajó por la regulación de las televisiones locales en España hasta 1996, como presidente de la primera asociación estatal del sector, y en la elaboración de los pliegos de condiciones para la obtención de licencias de televisiones autonómicas y locales digitales. Así obtuvo reconocimientos como el premio a la mejor labor en televisión del Club Internacional de Prensa en 1994; o el 'Estrella Institucional' que, cinco años después, le otorgó la Asociación para el Estudio y Desarrollo de la Televisión Local, junto al entonces presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Televisivas de España, Antonio Mercero. 

En su vertiente docente, también codirigió el Máster de Periodismo Digital de la Universidad de Alcalá y del Instituto de Postgrado de Estudios Culturales y de Comunicación, y colaboró en otros como el de Comunicación Audiovisual de Servicio Público de la UNED. Por su doble vertiente profesional y humana, se va un pedazo imprescindible de la historia del periodismo segoviano, y en la esencia del periodismo segoviano perdurará su legado.