Laura Álvaro

Cariátide

Laura Álvaro

Profesora


Mosaico rural

10/06/2023

Hoy en día pocas cosas me llenan tanto como el Orgullo Rural. Así, en mayúsculas, para que quede bien claro que eso de pertenecer a la España Vaciada (por mucho que esta expresión se haya puesto en entredicho en los últimos tiempos) acaba forjando el carácter. Y de Orgullo Rural sabe mucho El Hueco, que ya plantea celebrar su VII edición de la feria Presura -que tendrá lugar entre el 20 y el 22 de octubre en Pamplona-, preparando para ello una composición fotográfica digna de mención. 
En concreto, se trata de crear un mosaico «de rostros e historias», como su equipo señala, para exponer en la citada feria. Y, para conseguir las imágenes con las que confeccionarlo, esta semana comenzó la Gira del Amanecer Rural, es decir, una autocaravana que recorrerá durante los próximos meses poblaciones rurales del país, en las que se retratará «el alma del pueblo, es decir, sus gentes». Todo ello con el objetivo último de poner en valor el coraje de aquellas personas que deciden no emigrar a la ciudad, manteniendo estos pueblos activos y atractivos.
Y es que apostar por lo rural -la tranquilidad y la paz de vivir en el pueblo- es una idea, algo abstracta, que se puso muy de moda durante la pandemia, como respuesta a sentirnos encerrados en muy pocos metros cuadrados. Aquello del teletrabajo y huir del estrés de la gran ciudad parecía la mejor de las opciones. Pero sucedió lo que siempre sucede con lo que se pone de moda: que tan rápido como aparece, acaba desapareciendo, y ahora vivir en núcleos despoblados vuelve a llenarse de inconvenientes. Así que decidir, activamente, apostar por quedarse o volver al pueblo debe de tener su reconocimiento. Aunque realmente no creo que se trate tanto de una apuesta sacrificada por mantener vivo lo rural. Es, más bien, amar una determinada manera de vivir.  Es meridiano que seguramente tanto o más difícil sería que los provincianos se adaptasen a vivir en la ciudad, como que los urbanitas trataran de afincarse en localidades de menor tamaño. Desde luego, cada contexto tiene su idiosincrasia, con sus ventajas y sus inconvenientes, y a veces es solo cuestión de ponerlo todo en una balanza y decidir qué es lo que más se adapta a las preferencias y prioridades individuales. Pero insistir en el hecho de que un estilo de vida es mejor que otro -vivimos en una constante competición- es perpetuar estereotipos y desigualdades. 
Y para desmontar esas falsas creencias, El Hueco se reinventa constantemente, desarrollando nuevos proyectos y estrategias que apuestan por dar a conocer la diversidad de los pueblos -porque sí, también en lo rural hay pluralidad- para que estos dejen de ser anónimos y su vecindad tenga la oportunidad de contar su propia historia, de que su narrativa sea escuchada. 
La Gira del Amanecer Rural -que cuenta con Nomad Studio como compañero de viaje- recorrerá este verano Pamplona, La Rioja, Soria, Aragón, Guadalajara y Palencia, con parada en el Sonorama de Aranda de Duero; y finalizará la tournée en septiembre en Andalucía y Castilla-La Mancha. Todo ello con el fin último de captar, y sobre todo dar a conocer, aquellas historias que, por formar parte de lo micro, no tienen cabida en la agenda de los medios de comunicación de masa. Y es que la vida en el pueblo es mucho más que un refugio en tiempos de pandemia.