Carmen Hernández

Carmen Hernández

Periodista


¡Bon cop de falç!

26/11/2023

Yo quiero que los catalanes deseen seguir siendo españoles y que podamos construir, juntos, un proyecto común de convivencia. Pero, para eso, es mucho mejor tender puentes, dialogar y escuchar que aplicar el «garrotazo y tente tieso» a la primera de cambio. La farsa secesionista del 1 de octubre y la durísima reacción judicial que vino después han abierto unas heridas que tardarán años en cerrarse y ninguno de los dos acontecimientos ha contribuido a mejorar las vidas de los ciudadanos ni de dentro ni de fuera de Cataluña.
Tenemos que convencer a los independentistas (o a los menos recalcitrantes) de que se defiende a Cataluña mucho mejor bajo el paraguas del estado español; y eso no se logra llamándoles traidores y sediciosos todos los días e incluso «terroristas» como hace el juez García Castellón. Es mucho mejor convencer que vencer.
A mí tampoco me gusta Puigdemont pero, si llegó a ser Presidente de la Generalitat y, ahora, eurodiputado es porque lidera un partido respaldado por las urnas que hace del victimismo su campaña electoral permanente; por eso, los juicios y las condenas a los responsables del procés han sido la gasolina que necesitaban para seguir culpando a Madrid de todos los males de su tierra; y, por eso, vendrá muy bien terminar con ese asunto de una vez para que tengan que afrontar, ante sus votantes, problemas de vivienda, de sanidad o de la sequía en Cataluña.
No entiendo la reacción histérica de la derecha en la calle: están alertando de un «golpe de estado» y del «fin de la Democracia» mientras enarbolan símbolos fascistas y cantan el 'Cara al sol'. Insultan y atacan a policías y periodistas, se cargan el mobiliario urbano y ponen en peligro los negocios de la zona. En Madrid, muchas de sus consignas son las mismas que gritaban los 'indepes' en Barcelona en 2017, durante los días del referéndum ilegal. A lomejor, es verdad que los extremos se tocan…y se necesitan.