Cuando Soria ¡Ya! lanzó por primera vez la idea de recuperar para Soria los estudios de medicina, me pareció una de esas buenas ideas ajenas a la realidad y en un contexto, el de una provincia lejos de su región y su propio país, arbitrario e irrealizable. Pero ha ido pasando el tiempo y entre la falta de profesionales, la implantación de dichos estudios en ciudades pequeñas, el empeño de la ahora formación política y la visita de muchos médicos que iniciaron su formación en el antiguo CUS, reabre ese debate que tenía olvidado, o, al menos, aparcado en mi mente. A nadie se le escapa la urgente necesidad, a corto y medio plazo, de contar con un número importante de profesionales sanitarios, que faltan médicos, enfermeras, técnicos auxiliares y demás personal necesario para que nuestros problemas de salud encuentren alivio. Llenar Soria, o cualquier capital de provincia, de material e instrumentos sanitarios es algo que resulta fácil, solo es necesaria la implicación política y económica, pues se puede resolver con dinero, pero la atención humana solo es posible si existe una formación que palíe la pérdida de profesionales. Quizá el mayor problema no lo encontremos en el abandono en que sentimos está sumida nuestra provincia, sino en la falta de concienciación en buena parte de la sociedad, en especial en quienes la representan, de la urgente necesidad de contar con profesionales sanitarios; que, a día de hoy, existe la certeza de que únicamente se cubren algunas plazas 'para ir tirando' y que el caos no se apodere de nuestra sanidad, que apenas se 'parchean'  los puestos, obligando a muchos profesionales a trabajar por encima de sus posibilidades. A nadie se le escapa que muchos médicos (como ocurre con muchos otros profesionales) con vocación e implicados en su trabajo, han optado por la jubilación anticipada, agotados por la burocracia y la administración, por un 'papeleo' que antes que solucionar los problemas de los pacientes, han enquistado estos, demorando la atención y creando la sensación (o realidad) de tener un sistema sanitario decadente en el que las listas de espera se amplían irremediablemente año a año.
Con una población cada vez más envejecida y una imperiosa necesidad de atención sanitaria, nuestro país reclama un número importante de médicos especialistas.  La ciudad de Soria y su preparado Campus Universitario son una perfecta opción para la formación de nuevos profesionales que completen los estudios de las ramas sanitarias que aquí se imparten. A nadie se le escapa que es más que probable que quienes estudien aquí es fácil que se vayan donde son mejor tratados, pero ese es un paso posterior. Primero hay que aprovechar nuestras infraestructuras, formar y luego crear las condiciones, personales, profesionales y económicas para que entre las opciones de realizar su trabajo se encuentre nuestra provincia y nuestra región. Lo que está bien claro es que en nuestro país el problema se agrava día a día y se hace necesaria la implicación de todas administraciones, empezando por la que tiene que dar el primer paso.