Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


El camino de los Majuelos

26/02/2021

Desde que tengo uso de razón siempre le he escuchado a mi madre la frase, «esto es como el camino de los Majuelos». Es un camino de su pueblo, Quintana Redonda, que no lleva a ninguna parte.  Cuando la Junta de Castilla y León informó de que va a plantar en el patio del palacio Ducal de Medinaceli un mosaico romano, me vino a la cabeza el camino de los Majuelos. El palacio renacentista, propiedad de la casa Ducal de Medinaceli, estaba prácticamente abandonado hasta que en 2008 la Fundación DEARTE, presidida por Miguel Tugores, firmó un convenio por el que la Fundación se comprometía a convertirlo en centro cultural. Tugores recuperó el patio cubriéndolo con una maravillosa cúpula de cristal y ese espacio mágico, durante estos trece años, ha sido testigo de variadas y numerosas actividades: música antigua, lírica, teatro, jazz, canto. Eso sin contar los miles de personas que han visitado el propio patio y las exposiciones pictóricas ubicadas en las diversas salas recuperadas en la planta baja, porque las superiores están abandonadas. Aunque el palacio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1979, parece bastante obvio que durante todo este tiempo, la Administración no ha cumplido con su obligación porque ni el Ayuntamiento, ni el Estado ni, mucho menos, la Junta se han acordado de protegerlo. 
El Ayuntamiento de Medinaceli y la Junta de Castilla y León se acuerdan, ahora, de que tienen un mosaico del siglo IV almacenado que apareció, hace treinta años, en la plaza Mayor. Las dos administraciones han estado estudiando durante un año cómo recuperarlo y dónde exhibirlo al público con nocturnidad y alevosía, de espaldas a la Fundación DEARTE. Es un mosaico enorme, unos 75 metros cuadrados, por lo que ocupará buena parte del patio de tal manera que ya no podrá acoger ninguna de las múltiples actividades que se han organizado en los últimos trece años. Antes de 2008 nada se organizaba, porque las condiciones del palacio lo permitían ni tampoco la sensibilidad del Ayuntamiento y de la Junta que debían estar a otros menesteres. Tiene toda la pinta de que las dos administraciones han decidido que la Fundación DEARTE estorba y qué mejor manera de echarle que plantando un mosaico romano en un patio renacentista. ¡Olé! Me parece deleznable que en vez de apoyar y colaborar con quienes se interesan por recuperar el patrimonio y luchar contra el estigma de la España vaciada; se dediquen a echarlos con falsas apuestas culturales. Técnicos tiene la Junta para buscar, ¡treinta años después!, el sitio perfecto para un mosaico olvidado sin sacrificar el patio que tantas horas de cultura ha parido en los últimos trece años. Me temo que estos argumentos le darán la risa tanto al Ayuntamiento de Medinaceli como a la Junta porque, en términos  culturales, son como el camino de los Majuelos.