Carmen Hernández

Carmen Hernández

Periodista


Interferencias

26/06/2021

La playa es un sitio horrible.No me lo parecía antes de la pandemia y, en pleno confinamiento, soñaba con una hamaca a la orilla del mar, el murmullo de las olas y el roce de la brisa. La ausencia de turistas y la distancia obligatoria de seguridad hicieron de las playas lugares de paz y sosiego el verano pasado pero, ahora, a punto de recuperar la normalidad de toda la vida, la costa se ha convertido en un infierno. Volver a los bares y restaurantes y quitarse las mascarillas en la calle son, sin duda, motivos de alegría; pero no entiendo la necesidad de gritar como hooligans, llenar la arena de desperdicios y escuchar reggaetón a todo trapo y sin auriculares. A no ser que ese tipo de groserías se consideren expresiones de la libertad tan defendida por algunos políticos de dudosa moral y peor educación. Libertad para tomar cañas en los sitios más inverosímiles de las ampliadas terrazas, desde un paso de cebra a la puerta de una farmacia; libertad para vocear y cantar «Asturias Patria Querida « o lo que sea las 2 de la mañana y el que no pueda dormir que se aguante; libertad para conducir, de madrugada, una moto con el tubo de escape rectificado y despertar a todo el barrio; libertad para saltarse las restricciones del Covid-19 o para ignorar los consejos de los profesionales sanitarios y contagiar el virus… Nunca había asistido a una degradación semejante de la palabra ‘Libertad’.
En la playa, hay que añadir la sensación de croqueta rebozada en sal y arena; los vendedores ambulantes que pregonan «water, beer, cola…» , abanicos, relojes o manteles; el graznido de las cotorras  argentinas que han invadido las palmeras de los paseos marítimos; el rugido de los fuera de borda para el sky acuático; las motos de agua; las avionetas con pancartas publicitarias; el chun-chun de los chiringuitos; el helicóptero de la policía, el altavoz con los avisos del Ayuntamiento… Increíble. ¡Cómo echo de menos el silencio blanco de ‘Filomena’ a la hora del toque de queda!