Acabo de ver a Pedro Piqueras dar paso al vídeo del salto mortal del alcalde de Madrid. Ha tenido que hacer un esfuerzo para contener la risa. ¿Se puede ser más ridículo? No. Pero no por aterrizar de cabeza y salir de los cubos del foso con ayuda, sino por el hecho de hacer cualquier cosa en campaña electoral para rascar algunos votos. Este tipo de actos, mezcla de chabacanería y frivolidad, hace pensar que se subestima el intelecto de la ciudadanía. Vamos, que nos toman por tontos. En el caso de Soria, confío en que a ninguno de los candidatos a las diferentes alcaldías de la provincia les dé por hacer un salto mortal o cualquier otra ridiculez similar. Necesitamos alcaldables serios que respeten a los electores. Hacen falta aspirantes a los gobiernos locales que propongan programas rigurosos, creíbles y útiles para el bienestar de la ciudadanía y el desarrollo de sus municipios.
Aunque de momento no hemos visto por estas tierras ningún salto mortal con tirabuzón, sí hemos sido testigos de otras estrategias para hacer campaña y quitar votos al contrincante. Me refiero a las campañas de desprestigio a los otros partidos y candidatos. Ya empezamos a escuchar algunas de esas acusaciones que se hacen a los rivales. Esta semana el PP, en concreto su presidente provincial y presidente de la Diputación, Benito Serrano, ha vuelto a utilizar el caso Cedazo para cuestionar su candidatura y al PSOE. Y eso que aún no se conoce el candidato del PP, aunque como en los sitios pequeños se sabe casi todo, parece que el número uno será el recién retornado al redil, José Antonio de Miguel. El mismo que  ya ha perdido dos veces en las urnas contra Cedazo desde la PPSO. Es probable que, en las próximas semanas, Serrano o el mismísimo alcaldable popular adnamantino vuelvan a insistir en la crítica facilona en vez de proponer ideas y proyectos para Almazán. Serían mucho más creíbles si en lugar de cebarse con cuestiones ajenas a la actividad municipal, se dedicaran a analizar la gestión del alcalde en esta legislatura que está a punto de terminar. Quizá detrás de ese empeño en poner en tela de juicio los valores del PSOE y de Cedazo se esconda no solo el interés en recuperar el Ayuntamiento de Almazán, sino también el miedo a perder la Diputación, por lo que echarán toda la carne en el asador.
A falta  de dos meses y medio para las elecciones municipales, hay más tácticas electorales de esas que no nos gustan. Ya hace algunas semanas que se ha puesto en marcha la estrategia tradicional de visitas múltiples. Empiezan a dejarse ver por nuestra provincia ministras y consejeros de la Junta. Y como suele ocurrir, sonríen, se hacen fotos, firman en libros de honor, pasean por el Collao y poco más. Lo típico. Pero prefiero esas visitas huecas que sirven de respaldo a los candidatos que los saltos mortales.