Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


400 euros

15/09/2023

Atónita y perpleja me he quedado al saber que, en Soria, sólo han solicitado el Bono Cultural Joven el 46,18 por ciento de los potenciales beneficiarios. Es decir, 369 de 799. Dirigido a los nacidos en 2005, tienen plazo de solicitud hasta el 30 de septiembre. Parece que la demanda va a ser similar a la de la primera convocatoria, porque sólo fue solicitado por 495 personas, aproximadamente, el 50 por ciento de los jóvenes sorianos nacidos en 2004. O sea, que el año pasado, 500 chicos y chicas de Soria de 18 años renunciaron a 400 euros y este año, volverá a repetirse, más o menos con la misma estadística, si no da un vuelco en estos apenas quince días que quedan de plazo. 400 euros que pueden gastar en infinidad de productos y actividades culturales. No lo entiendo. Incomprensible que no sean capaces de solicitar el Bono Cultural, un simple trámite en una página web. Ya me gustaría a mí que el Gobierno me diera esa oportunidad: 400 euros por entrar en una web para saciar mi vicio con los libros o para ir a ver a Sabina, por ejemplo. Eso sí, nos quejamos de que no hay ayudas o de que sólo se ofrecen a los inmigrantes. Somos así de rigurosos en los análisis políticos y sociales. Probablemente, ésta sea una de las consecuencias más evidente de esa educación proteccionista que los padres de ahora ofrecen a sus hijos. Los jóvenes de esta generación sólo tienen que extender la mano para que los progenitores, de manera inmediata, sin cuestionar nada, aportemos lo que sea para lo que sea. Es la generación de la vida fácil y libre sin obligaciones ni compromisos. Me viene a la memoria una secuencia de la serie, La que se Avecina, cuando uno de los personajes le dice a la hija que está a punto de salir de fiesta: "Pero, ¿dónde vas? ¿Te llevo? ¿Te recojo? ¿A qué hora vuelves? Bueno, confío en ti, soy un padre moderno". Y se queda plantado sin respuesta.

La generación actual es muy diferente a la nuestra, que nos buscábamos la vida por no tener que pedir ni una peseta y afrontar los gastos del curso. Atrás quedaron aquellos veranos en los que nos dedicábamos a lo que fuera: dábamos clases, éramos camareras o camareros, reponíamos en supermercados o íbamos a las fábricas. Lo que fuera. Ahora los veranos los dedican a las fiestas de los pueblos, festivales musicales, escapadas con la pandilla a la playa y piscineo todo ello financiado por los padres. Por eso, porque no tienen ninguna necesidad económica, es probable que la mitad de los Bonos Culturales no se reclamen. ¿Para qué van a pedir nada si no les hace falta nada? Lo que me llama la atención es que, dentro de esa educación proteccionista, igual que les llevan de la mano a matricularse en la universidad, a buscar colegios o residencias universitarias o a gestionar lo más nimio, no les ayuden a solicitar los 400 euros. ¡Si yo hubiera pillado 400 euros (66.500 pesetas), así de fáciles, con 18 años!