Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Para ejercer y no distraerse

25/06/2021

Llevo unos días viendo entrevistas de los años 80. Las que se hacían en la tele de entonces. Entrevistas de verdad. De las de una hora. De las que el entrevistado contaba  cosas tan interesantes que te dejaban con la boca abierta. Ahora ya no se estilan. No sé por qué han pasado de moda. En teoría se debe a la ley de la oferta y la demanda. Como no le interesa al espectador, pues no se ofrece. A mí me hacen la puñeta. Con todo mi respeto a series de televisión, concursos y, cómo no, realitys; a mí lo que me apetece es escuchar a personas que te enseñan y que te aportan y que te enriquecen. Así que  tiro de viejas entrevistas que, curiosamente, no han quedado desfasadas, porque cuando el entrevistado es inteligente, su discurso es eterno. Ayer me vi a Alberto Closas. Año 1984. Pablo Lizcano le entrevista en su programa, Autorretrato, durante 57 minutos. En un momento dado, el actor saca un paquete de tabaco y le ofrece al periodista: sí, gracias. Y ahí siguen, charla que te charla, entre volutas de humo. Impensable un gesto tan espontáneo en estos tiempos en los que todo está prohibido. Y que conste que no soy fumadora y que agradezco de manera infinita la ley antitabaco. De repente, Closas cuenta una anécdota con un personaje que le dice, «usted es catalán para ejercer y no para distraerse». Y ya solo esa anécdota, esa frase maravillosa; ese contexto de la entrevista entre cigarrillos y composturas de otros tiempos; merece la pena. 
Desde entonces no hago más que darle vueltas a esa frase: «Para ejercer y no para distraerse». Se puede aplicar a tantas circunstancias, personas y reflexiones. Si los sorianos hubiéramos ejercido en vez de distraernos. Si los representantes políticos hubieran ejercido en vez de distraerse. Unos y otros no ejercimos durante décadas. Ha habido una falta de dedicación para hacer de esta tierra un espacio próspero. Ahora el Gobierno nos premia con proyectos reales y palpables; ¡por fin! El lunes nos visitó un Ministro, José Luis Escrivá, con un proyecto concreto, el Centro de procesamiento de datos de la Seguridad Social que arrastra nada menos que 60 puestos de trabajo. El 12 de julio le tocará el turno a otro, Fernando Grande-Marlaska, inaugurando, ¡también por fin!, la nueva prisión con otros 118 empleos que sumar a los 133 ya existentes. Sin embargo; todas estas realidades tendrían que haber llegado mucho antes. Cuando la situación aún era reversible. Con 88.800 almas en la provincia, de las que 39.800 se encuentran en la capital, esto ya no lo arreglan ni el Plan Soria, ni centros de datos, ni prisiones, ni autovías, ni telecomunicaciones de última generación. Deberíamos aprender a ejercer sin distraernos para que los que nos hemos quedado, al menos, tengamos calidad de vida.